Abandonada por su madre cuando su padre tuvo que salir huyendo de Cuautla fue víctima de abuso sexual por parte de su abuelo materno; el agresor fue liberado
Amenazas, extorsión y su secuestro ocurrido en Cuautla, Morelos, llevaron a Pablo a salir de México. Se fue a Canadá; allá está en calidad de asilado político. En Cuautla dejó a sus dos hijos “I” de 7 años y “V” de 4, a cargo de la madre de ambos, Merari.
Un año después del nacimiento de “V”, Merari abandonó a sus hijos y a Pablo. Se fue con Salomón, un futbolista colombiano afincado en Cuautla. Pablo se tuvo que hacer cargo de “I” y “V” y de su tienda de abarrotes.
Desde que Merari y Salomón se juntaron, la familia de Pablo y él mismo empezaron a recibir amenazas e intentos de extorsión, aseguró Herminia Flores, madre de Pablo.
El 14 de enero de 2022 Pablo fue secuestrado durante 3 días. Antes de viajar a Canadá –el 25 de febrero de 2022–, con un salvoconducto de la Fiscalía de Morelos, Pablo entregó a “I” y “V” a Merari.
Merari, según Herminia, se dedicó a la vida loca; despilfarró el dinero que Pablo enviaba para la manutención de sus hijos, que los tenía, según Flores, descuidados y con ropa vieja y sucia.
En mayo de 2024, Merari ya había dejado al futbolista colombiano y se fue a Chicago con Luis José Casarrubias, identificado como parte de los delincuentes locales. Merari dejó a sus hijos a cargo de Lilia, madre de Merari y abuela de “I” y “V”. Lilia, quien dijo que no quería hacerse cargo de los niños porque perdería su privacidad, los entregó a su exesposo, padre de Merari, Florencio Guadarrama.
*Florencio Guadarrama, abuelo de “V”, Merari, madre
de “V” e “I” y Pablo, padre de la pequeña “V”.
Florencio Guadarrama, un jardinero de 63 años de edad abusó sexualmente de su nieta de 4 años, según consta en documentos de la Fiscalía de Morelos, de los cuales Excélsior tiene copia, incluyendo el interrogatorio a “V”.
Maritoña Flores Apon, Juez Especializada de Control del único Distrito Judicial del estado de Morelos, con sede en Cuautla, dejó en libertad a Florencio Guadarrama, después de ocho días preso, entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre de 2024.
El testimonio de la niña es elocuente. Impacta la candidez con la que narra la crudeza del abuso en su contra, y deja en evidencia la conducta delictiva de Florencio Guadarrama.
Para dejar en libertad al agresor sexual, la jueza Flores Apon, que fue jefa de Lilia, la abuela de la menor abusada por su exmarido, argumentó que no era que no le creyera a la niña, sino que no había base científica del abuso. Le presentaron pruebas incontrovertibles: fotografías del hombre desnudo junto a su nieta.
NO SE SABE DÓNDE ESTÁN LOS NIÑOS
Herminia, quien el 2 de marzo de 2025 dijo no saber el paradero actual de sus nietos “I” y “V”, contó la tragedia que su familia ha padecido por la inseguridad que se vive en Morelos.
Pablo, contó su madre Herminia, trabajó como ejecutivo de ventas para Nissan mexicana y después para Toyota, en Cuautla. Después abrió su propia empresa, una tienda denominada Depósito Zaid, donde le iba bien económicamente.
En septiembre de 2020 nació “V”. Cuenta Herminia que Merari no aceptó a la niña y los médicos donde nació llamaron a Pablo para que la recién nacida sintiera el calor familiar. La disculpa de Merari fue que tenía depresión posparto.
Poco tiempo después de que nació la niña, Pablo y Merari se separaron. Merari ya mantenía una relación con Salomón, un colombiano que jugaba futbol por un pago en Cuautla. Herminia dijo que cuando Merari se fue con Salomón “comenzamos a recibir amenazas de muerte. Un día, Pablo iba en su camioneta cuando unas personas lo interceptaron y lo secuestraron, eso fue en enero de 2022; anteriormente nosotros ya habíamos recibido amenazas de muerte, por lo cual denunciamos en la Fiscalía, se abrió una carpeta de investigación del caso”.
La madre de Pablo recordó que cuando los secuestradores le pidieron dinero a su hijo a cambio de su libertad, “él les dijo que mientras él estuviera secuestrado, pues no podía entregarle dinero; entonces las personas accedieron a soltarlo. Astutamente Pablo fue a la fiscalía y puso una denuncia. Se integró en la misma carpeta donde están las amenazas de muerte, acompañadas de fotografías de mi hijo, de mis nietos y de la casa de mi hijo”.
La madre de Pablo ligó las amenazas que recibió con la herencia que le dejó su esposo muerto en el contexto de la pandemia de covid.
Cuando Pablo recibió un documento de la fiscalía de Morelos para que se fuera a Canadá, mi hijo tenía la custodia de la niña, y no tuvo más remedio que devolvérsela a su madre”, recordó Flores.
LA MADRE DE LOS NIÑOS SE FUE A EU
El 26 de febrero de 2022, un día después de que Pablo viajó a Canadá, relató Herminia, “unos hombres armados fueron a su tienda a buscarlo para matarlo. Quince días después de que mi hijo se fue a Canadá, en la casa de mi hija pusieron una ofrenda a la muerte y dos horas después balearon la casa de mi hija. Estábamos preocupados y espantados, no sabíamos qué es lo que estaba sucediendo”.
Contó la madre de Pablo que, desde que él se instaló en Canadá manda dinero para sus hijos, para alimento, ropa y útiles escolares, para la colegiatura de la guardería de la niña, para las fiestas de cumpleaños y eventualmente para medicamentos.
Aseguró Herminia que con el dinero que Pablo envió para el cumpleaños 3 de su hija, Merari se compró una motocicleta. También dijo que todas las ocasiones que le pidió hacerse cargo de los niños y llevarlos con él a Canadá, ella lo rechazó. “Jamás permitió que los niños se fueran con mi hijo; él sabía que la señora Merari no andaba en buenos pasos, se la pasaba tomando con sus amigas, en la moto que había comprado con el dinero de la fiesta de la niña, incluso cuando estaba tomada subía a la moto a los niños con ella”.
Contó que Merari dejó durante un mes a sus hijos en casa de una niñera que tuvieron de nombre Alejandra. “Yo me enteré porque Alejandra me lo dijo tiempo después”, señaló.
En aras de poder tener a sus hijos, Pablo le propuso a Merari tramitar los papeles para que ella se fuera a Canadá junto con los niños, pero se negó.
En mayo del 2024 Merari le habló por teléfono a mi hijo de un número de Sonora y le dijo que se iba a ir a Tijuana a trabajar. Pablo vio en Facebook una fotografía de ella, pero no estaba en Tijuana, sino en Estados Unidos, con unos tíos de ella que tienen muchos años viviendo en Chicago. Cuando mi hijo vio eso él le ofreció a Merari llevarse a los niños a Canadá y le mandó un convenio para que los niños pudieran viajar; incluso le ofreció llevarle a los niños a Estados Unidos dos veces por año, ya que mi hijo es residente permanente en Canadá y puede ir a Estados Unidos, pero Merari se negó”.
PABLO DESCUBRIÓ EL ABUSO CONTRA SU HIJA
Merari había dejado a sus hijos con su mamá. Lilian Sánchez quien no quiso encargarse de ellos y lo mandó con el abuelo materno, Florencio Guadarrama.
Durante mucho tiempo tanto Herminia en persona, como Pablo, desde Canadá, tuvieron problemas para saber, ver y hablar por teléfono con los niños. Sus abuelos maternos se los escamoteaban.
Hasta el 26 de agosto de 2024 a las dos 2:32 p.m. cuando mi hijo realizó una llamada al celular del abuelo, el señor Florencio. Contestó el niño, mi nieto; Pablo le preguntó que cómo estaba y estuvieron platicando unos minutos, después mi hijo Pablo le preguntó por su hermana y el niño le dijo ‘mi hermana está en el otro cuarto con mi abuelo’; entonces mi hijo le dijo ‘pásame a tu hermana’, y entonces el niño se metió al otro cuarto. Cuando el niño voltea el celular, Pablo vio al señor Florencio desnudo, con el miembro erecto y la niña estaba a un lado de él.
Entonces, mi hijo alcanzó a tomar algunas capturas de pantalla donde se ve que el señor estaba con el miembro erecto hasta que el señor se subió la bermuda y se fue: las fotografías son claras. Nosotros contactamos a un abogado y le mostramos las fotografías y decidimos iniciar una denuncia para saber qué es lo que está pasando”.
Fuimos al Ministerio Público. Días después nos marcaron para decirnos que iban a detener al señor Florencio porque eso que estaba pasando pues estaba muy mal, muy grave. Entonces fuimos al kínder de la niña y le pedimos a la maestra que le marcara al señor Florencio, y que le dijera que le había pasado algo a la niña para que fuera rápido y así fue, el señor llegó y las autoridades lo detuvieron.
Entonces a la niña se la llevaron al Ministerio Público en donde la entrevistaron. La niña declaró que el señor Florencio la obligaba a dormir desnuda, sin ropa, y en las noches la tocaba y él le agarraba su cabecita, su espaldita, su colita y sus pompitas. Yo me pongo a pensar durante cuánto tiempo pasó todo esto, porque los niños han estado con el señor Florencio desde el mes de mayo que la mamá los abandonó”, se lamentó Herminia.
Con Información de Excelsior.