La madre de familia, Dulce Hernández denunció que, su hija fue víctima de acoso sexual en la escuela primaria Benito Juárez sin que, las autoridades de la institución hicieran nada por atender la situación y al contrario han excluido y violentado a su hija, protegiendo a los agresores al igual que, la Secretaría de Educación de Gobierno de Estado (SEGE).
A través de redes sociales narró que, el día 10 de febrero, cuando fue por su hija a la escuela, la noto extraña, pero no le dijo el motivo, “horas más tarde ya en mi domicilio mi hija se acercó a mí contándome la razón del por qué se encontraba así en la hora de la salida. Me cuenta que dos de sus compañeros del salón en repetidas ocasiones hicieron tocamientos inapropiados a ella y a una compañera, que ese día hablaron con su maestro de aula y les comento que si eso volvía a pasar sólo les diera una bofetada”.
Expuso que, su reacción ante esto fue de enojo y tristeza, “me comuniqué con la mamá de uno de los niños involucrados y la señora se portó accesible ante la situación, pero también le pregunté que si ella sabía algo del tema y comento que no sabía nada. Al día siguiente al medio día le mando mensaje a la directora Ana Laura, para preguntarle el por qué no se me avisó nada el día anterior que yo recogí a mi hija saliendo de la escuela”.
Abundó que, la directora minimizó la situación, manifestando que los hechos tenían semanas, “ese mismo día tuve una reunión con ella (la directora) dentro de la escuela y de manera muy seca me comenta que primero tiene que hablar con los demás papás para checar el asunto”.
La madre de familia denunció que, después de esta situación su hija ha sido excluida unos días del resto de sus compañeros, “es tanta la presión y ansiedad que le causa la escuela que mi hija ha dejado de comer, se le baja la presión constantemente, le ha estado saliendo sangre de la nariz a causa de tanto estrés. Ya tuvo una valoración psicológica y la niña presenta depresión”.
Consideró injusto como una niña con excelente promedio y buena conducta tenga que perder su año escolar por una situación que ella no se buscó, “mi hija no traía ropa provocativa, mi hija no andaba en la calle, mi hija estaba en la escuela, con su uniforme”.
Lamentó que, las autoridades de la institución, le señalen que los dos niños responsables ya tienen un castigo, “el cual es cuidar los juguetes que prestan para recreo y canalizados al psicólogo. Que no puede hacer nada más por qué los niños tienen derechos ¿y los derechos de mi hija?”.
La quejosa dijo que, desde el 12 de febrero se presentó en la SEGE a interponer una queja, pero a casi un mes no tiene respuesta, “el día 17 interpuse una demanda en fiscalía, la cual está en proceso”, pues sólo busca que este tipo de situaciones no se vuelvan a presentar y se le de una atención integral a su hija para reparar el daño.
Con Información de Potosí Noticias.