Francisco Garfias
La protección a Cuauhtémoc Blanco le ha salido cara a Morena, en términos de costos políticos. Basta con revisar las redes sociales, los espacios informativos, leer editoriales, escuchar la radio, las pláticas de café, para darnos cuenta que las críticas son brutales.
La impresión general es que prevaleció la impunidad por encima de los derechos de una mujer agredida. Hasta las legisladoras de Morena —no se diga las del PT, que se opusieron al carpetazo— reconocen, en corto, que se protegió a un presunto violador.
* Ahora Morena se quiere lavar la cara. Un día después de desechar el desafuero de Blanco con los votos de Morena, PVEM y PRI, Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de la bancada guinda, llevó a la tribuna de San Lázaro una iniciativa: suprimir fueros y privilegios a gobernadores y legisladores.
En los corrillos de San Lázaro una pregunta se repetía: ¿Porqué no lo propuso ayer? Ramírez Cuéllar, a quien se identifica como cercano a la Presidenta, dijo que la propuesta de quitar “fueros y privilegios” a legisladores y gobernadores, viene del sexenio de López Obrador.
Abundó: “Hoy honramos ese propósito presentando, de manera formal, la solicitud para que se erradique el fuero de todas las diputadas y diputados. Hoy continuamos con este proyecto para que ningún gobernador o gobernadora o jefe de gobierno pueda tener privilegios especiales frente a alguna denuncia presentada en tribunales”.
* No entendí la respuesta de Claudia Sheinbaum cuando la interrogaron sobre el caso de Cuauhtémoc en la mañanera.
Lo primero que hizo la Presidenta fue preguntar a su interlocutor: ¿De dónde viene la denuncia que le hacen al exgobernador? La respuesta era obvia: de la presunta víctima de intento de violación: Nidia Fabiola Blanco, media hermana del supuesto agresor.
Con Información de Excelsior.