Jorge Ramírez Pardo
En la cabecera de la cama y con gran dolor mío
de sus victorias y mis penalidades
cerrando la noche y empezando la madrugada:
¡prométeme no enmudecer nunca de repente!
“Al pequeño aparato de radio”
Bertolt Brecht
Es la mañana de 7 de agosto de 1974, María del Carmen Millán-entonces Directora general de Divulgación de la Secretaría de Educación Pública, está tristísima y al borde del llanto. María del Carmen se encuentra Gonzalo Aguirre Beltrán, Subsecretario de Cultura Popular, a quien invitó a ver una de las primicias de cine documental realizadas en una de las áreas a su cargo; el corto “Cuando perdimos la nación mexicana”, acerca de la educación en México durante la época de la Conquista.
A la doctora en letras Carmen Millán le dieron hace un momento una noticia de tintes fatales, su amiga y compañera en lides literarias Rosario Castellanos, en ese momento radicada en Tel Aviv en calidad de embajadora de México en Israel, ha fallecido.
Es un sexenio, el del presidente Luis Echeverría (1970-1976), con Víctor Bravo Ahuja como titula en la SEP, de notable impulso a la educación, el indigenismo, la ciencia y las artes. Se fundaron, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Colegio de Bachilleres, Consejo Nacional de fomento Educativo (CONAFE), el Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Consejo Nacional de Ciencias y de Tecnología (CONACYT) y el Consejo del Sistema Nacional, y se refundan la Telesecundaria y Radio Educación adscritas a la dirección a cargo de la doctora Millán.
Radio Educación
María del Carmen Millán no tiene en ese momento mayor experiencia en radio y televisión al servicio de la educación y la cultura, pero mostró poseer visión y capacidad de gestoría.
Para ello, en la parte de contenidos e innovación de formatos, invita a sus ex alumnos de Letras, Epigmenio Ibarra para ayudar a refundar la Telesecundaria, y a Enrique Atonal para recuperar Radio Educación, frecuencia radiofónica de la SEP existente desde 1924 (inicios de la radio mexicana) y desaprovechada. Este es el tema de hoy.
En la parte técnica, la doctora Millán, se apoyó en un equipo sólido de ingenieros egresados del Instituto Politécnico Nacional, encabezados por Alfredo Saloma, Héctor Parker e Ignacio Espinosa.
La casita
Había frecuencia radiofónica, la XEEP en amplitud modulada, sintonizable en el 1060 del cuadrante radiofónico, pero no había espacio físico para las instalaciones con posibilidades no sólo de emitir una señal, sino de realizar grabaciones y armar, como luego sucedió, estudios, una fonoteca y área para oficinas.
Para el caso, se adquirió un predio en la calle Ángel Urraza No 622, esquina con Adolfo Prieto, de la Colono del Valle en la ciudad de México. Se demolió la mayor parte de una casona sin mayor valor arquitectónico y, mientras se construía el edificio con las actuales instalaciones, se conservó a fondo del terrero una pequeña edificación –denominada por los trabajadores La Casita- donde, bajo la batuta de Enrique Atonal –egresado de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde, además produjo teatro-, se iniciaron transmisiones y producciones artesanales. Al tiempo, se reclutaba el personal que el escaso presupuesto y condiciones iniciales permitían.
Durante aquellos inicios, por ahí transitaron y aportaron sus talentos:
- Guillermo Medina Infanzón comunicólogo y Luisa Huertas actriz, en la forja del primer noticiero a partir de una articulada lectura de noticias y comentarios tomados del diario Excélsior dirigido entonces por Julio Scherer.
- Se transmitieron programas informativos favorecedores del pensamiento crítico, entre ellos: “Del Campo a la Ciudad”, acerca de la desigualdad de género como “Las Mujeres…contamos”, o “La Feria”. Destacó también “Pulso” un noticiero más elaborado y versátil que el inicial dirigido y escuchado por comunidades indígenas, porque la emisión se retransmitía por estaciones de radio comunitarias en diversas partes del país.
- La compositora e interprete Milli Bermejo armó un equipo de programación musical por barras o bloques de géneros musicales interceptados por programas en vivo o pregrabados. Se le daba relieve a la nueva canción mexicana y latinoamericana.
- Las voces informativas y analíticas de Emilio Evergenyi, María Eugenia Pulido y Teodoro Villegas, entre muchos.
- Marta Acevedo, encabezó un equipo que hacía mediciones y retroalimentación de audiencia.
- Alicia Ibargüengoitia, Guadalupe Cortés, Mónica Navarro y Patricia Kelly producían una singular revista, “Artesano, aristas y ciencia”.
- Kazuya Sakai, destacado pintor del movimiento de La ruptura, melómano y analista musical, producía el programa “Nuevo sonido en Jazz”.
Radio Educación y sucedáneos
- En 1977, con asesoría de personal de RE, Alfredo Coronado comunicólogo por la UNAM con experiencia como locutor/comentarista, como director, y Javier Anaya, forjado en Radio Educación (RE), como subdirector, se hacen cargo de la emisora Radio Lázaro Cárdenas “la voz del Balsas”, ubicada en el poblado de Guacamayas, Michoacán, y generan en las costas de Guerrero y Michoacán un fenómenos inédito de audiencias, reforzado por un concurso de canción, organizado por ellos mismos, que atrajo a 100 compositores, quienes en un par de meses aportaron 400 canciones. El jurado para dicho evento lo integraron Carlos Monsiváis, Amparo Ochoa, Mili Bermejo y Salvador “Negro” Ojeda.
- Entre 1978 y 1979, a solicitud Salomón Nahamad –director en ese momento del Instituto Nacional Indigenista, INI- se conforma un grupo compacto de jóvenes comunicólogos egresados de la UNAM y de La UAM-Xochimilco para, inspirados en de Radio Lázaro Cárdenas y con asesoría de RE, desarrollar en Tlapa, Guerrero, un modelo de radiodifusión multilingüe, base para la refundación y/o instauración varias radiodifusoras y conformar una cadena de radiodifusoras auspiciadas por el INI.
- RE y radio UNAM con el acompañamiento de una red nacional de emisoras de orientación cultural y educativa, soportan una alternativa radiofónica, distinta a la de la radio comercial.
En estos días y cuando Radio Educación está a 4 años de llegar a los 100 años del inicio de sus trasmisiones, han surgido voces de alerta que demandan la reconsideración del súbito recorte presupuestal a esta radioemisora. Ahí no hay fideicomisos a modo y sí un conjunto de creativos y voces propositivas. Ellos y la renovación de sus equipos de transmisión con 50 años de funcionamiento requieren ser atendidos. A ello se debiera sumar una revisión, innovación e impuso a la radiodifusión indigenista y comunitaria. Es evidente, la 4T tiene esa asignatura pendiente.