Londres, por increíble que esto resulte puede convivir con dos de las pasiones más grandes del mundo, el fútbol y la música
Llegas a Londres y entras a un pub, no importa la hora no el día de la semana; mientras pides una cerveza de fondo suena ‘London Calling’ de The Clash, al frente tienes cinco pantallas de TV, todos con diferentes partidos de fútbol, mientras la gente mira el fútbol, todos están moviendo la cabeza al ritmo de la música, no hay duda, Londres es la capital del rock y del fútbol.
A primera vista puede resultar increíble que estas dos actividades tengan una relación tan estrecha y que en muchas ciudades de Inglaterra, sea tan importante como poder respirar.
Londres fue desde hace mucho tiempo, una cuna inagotable de bandas, ritmos y cantantes que se han convertido en fundamentales en el desarrollo de la música y lo mismo pasa con el fútbol, que por cierto, es un invento cien por ciento británico.
Basta solo con detenerse un sábado por la tarde en algún pub cercano a un estadio de fútbol en Londres, para darse cuenta que el fútbol y el rock forman parte de un combo único en el mundo.
La capital de Inglaterra tiene más de quince estadios, desde los grandes de la Premier League (Arsenal, Tottenham. Chelsea, West Ham y equipos de segunda división), todos cuentan con un arraigo único y por consecuencia lógica, el cariño se toma por un equipo no cambia nunca.
De tal forma que, la primer gran pasión de un porcentaje alto de la población en Inglaterra es el fútbol, porque lo adquieren desde su infancia, algo que no soltarán jamás, por más que se hayan convertido en un ‘RockStar’.
Arranquemos con Damon Albarn, el líder de Blur, mucho antes de saber que su banda se convertiría en una de las mejores del ‘BritPop’ en Inglaterra, pasaba horas frente a la televisión esperando noticias del Chelsea Fc, equipo que lleva en la sangre y que incluso tiene amistad con el ex arquero de los Blues, Peter Cech.
Del otro lado del Támesis, tenemos el caso de Joe Strummer, quien fuera el alma creativa de The Clash, era un hincha enfermizo del Chelsea, durante su infancia era de los que no faltaba al estadio cada semana, siempre encontraba la forma de colarse al viejo Stamford Bridge hasta que una pelea afuera del estadio hizo que dejara de ir, nada parecido al ‘pizzagate’ del Manchester United y Arsenal
De hecho, para Joe Strummer y el resto de The Clash, el fútbol fue fundamental para poder armar uno de los grandes discos en la historia del rock británico: ‘London Calling’, pues las letras y la música llegaba mientras ellos jugaban a la pelota por la tarde y ya entrada la noche entraban al estudio con esas ideas que surgían entre cada partido.
Y si seguimos revisando nos daremos cuenta que en Londres también son muy fanáticos al fútbol Martin Gore y Andrew Fletcher, ambos miembros de la recientemente banda que ingresó al Salón de la Fama del Rock: Depeche Mode.
En el caso de Martin Gore, es hincha del Arsenal, uno de los rivales de ciudad del Chelsea y desde luego del Tottenham y más de una vez se le ha visto lucir camisetas de los Gunners en las horas previas a un concierto y a pesar de que ahora vive en California, antes de saltar a la fama, estaba cada quince días en Highbury apoyando al Arsenal.
Siguiendo con el Arsenal, David Glimour y Roger Waters, ambos miembros de Pink Floyd llevan además de la música, el fútbol en la sangre a tal punto que a donde fueran siempre llevaban un balón de fútbol y por si algo hiciera falta, formaron su propio equipo de fútbol amateur: Pink Floyd FC. Algo parecido a lo que hizo Ryan Reynolds con el Wrexham FC
Finalmente no podemos dejar afuera de esta lista a Suggs, vocalista de una de las bandas más grandes de Ska en la historia: Madness que no solo es hincha del Chelsea, tiene una relación tan cercana con el club que cantó ‘Blue Day’, una especie de himno en los 90s y que al finalizar cada partido en Stamford Bridge, suena el clásico ‘One Step Beyond’.
Londres tiene una gran variedad de atractivos, pero siempre llegamos al mismo punto, rock y fútbol, no hay un solo rincón de esta capital en el que no se toquen esos temas, que la convierten en única y que solo Buenos Aires se le acerca por la cantidad de estadios y de bandas de rock.
Con información de GQ