China lanzó este martes (24.11.2020) una sonda a la Luna para recoger muestras de rocas lunares y traerlas a la Tierra, la primera operación de este tipo desde la que realizó la antigua Unión Soviética en 1976.
Esta ambiciosa operación permitirá igualmente al gigante asiático probar nuevas tecnologías, cruciales para enviar, como prevé, astronautas al astro lunar para 2030.
El cohete “Larga Marcha 5” propulsó la sonda a las 04H30 (20H30 GMT del lunes) desde el centro espacial de Wenchang, en la isla tropical de Hainan (sur), según la agencia de prensa oficial Xinhua.
Esta misión no tripulada Chang’e 5, llamada así por una diosa de la luna en la mitología china, constituye la nueva etapa del ambicioso programa espacial chino, que hizo aterrizar una nave espacial en la cara oculta de la Luna a principios de 2019, una primicia mundial.
La sonda enviada esta vez está diseñada para recoger polvo y rocas lunares, excavando el suelo a una profundidad de dos metros.
Una vez en la Tierra, estas muestras podrían ayudar a los científicos a entender mejor la actividad volcánica de la Luna, y por tanto su evolución y su historia.
Chang’e 5 es el primer intento de traer de vuelta rocas lunares desde 1976 y la misión Luna 24, no tripulada, que llevó a cabo con éxito la Unión Soviética.
Estados Unidos también trajo muestras durante la misión tripulada Apolo 17 (1972), pero directamente recogidas por los astronautas.
Se espera que la sonda china aterrice en la Luna a finales de noviembre. El regreso de las muestras a la Tierra debería tener lugar a principios o mediados de diciembre.
Con información de DW