El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, aseguró que no se ha detectado evidencia alguna de un fraude que pudiera cambiar el resultado de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El departamento de justicia y el departamento de Seguridad Nacional, dijo, han investigado todos los alegatos de presuntas anomalías y, hasta el momento, no han visto “nada que las corrobore”.
Barr aseguró que tanto los fiscales del departamento de justicia como agentes del FBI han atendido las denuncias recibidas sobre alteraciones en el conteo de votos, pero no se han hallado pruebas de que se haya realizado fraude alguno.