Los hechos ocurrieron la noche del jueves 3 de diciembre en Zuazua, un municipio de Nuevo León, cuando el mecánico Raúl José Ollivary Treviño se encontraba realizando compras de refacciones de vehículos juntos a su esposa, Elizabeth Cantú Sandoval.
En determinado momento, la pareja decidió marcar por teléfono a su hija de 11 años que se encontraba en su hogar junto a su hermano que se estaba bañando al momento de la llamada.
Fue entonces que los padres escucharon a través del teléfono como un grupo de sujetos entraron a la fuerza al hogar ubicado en la colonia Real de Palmas.
Raúl y Elizabeth regresaron de inmediato a su hogar y encontraron a los delincuentes al interior de su casa. Raúl forcejeó con uno de ellos, lo golpeó en la cabeza y logró dejarlo inconsciente, sin embargo uno de los criminales decidió abrir fuego y disparó a quemarropa contra la pareja.
Tras el enfrentamiento, los delincuentes subieron a bordo de una camioneta Ford Explorer Verde y una Chevrolet Colorado color guinda para darse a la fuga; de acuerdo a lo captado por cámaras de seguridad de la zona, uno de los vehículos volvió al lugar por el delincuente que fue noqueado por Raúl antes de que este perdiera la vida.
Los menores que presenciaron la muerte de sus padres llamaron a los servicios de emergencia, sin embargo cuando llegaron los paramédicos al lugar, Elizabeth había muerto, mientras que Raúl no resistió y falleció a bordo de la ambulancia en la que sería trasladado al Hospital Universitario de Nuevo León.
Hasta el momento no hay detenidos, aunque se espera que en los próximos días se den a conocer avances de la investigación para dar justicia a estos dos menores de 15 y 11 años que quedaron sin padres por culpa de la delincuencia.
Con información de ADN40