La salud mental y física están íntimamente vinculadas. Hay algunas estrategias que podemos tomar en cuenta para encontrar el balance entre ambos aspectos.
La salud mental y física este invierno serán más importantes que nunca. Estamos llegando al final de uno de los años más difíciles que hemos enfrentado como humanidad, incluso a nivel global. Por eso, no es de sorprenderse que muchas personas sientan para esta etapa que ya no pueden seguir así, pero debemos ser pacientes, pues todavía estamos en espera de una vacuna para ir controlando la pandemia.
Sumado a esto además está el hecho de que el invierno trae consigo altos índices de contagios de varias infecciones por sí mismo, que vienen fechas que solemos asociar con grandes reuniones y momentos en familia y que hace mucho frío… casi suena a fórmula mágica para hacernos sentir raros en esta época.
Por eso es tan importante que encontremos formas de balancear nuestra salud mental y física ahora. Recordemos que todo esto es temporal y que lo mejor que podemos hacer para tener calma es no descuidar nuestra paz mental y el bienestar de nuestro cuerpo.
Toma vitaminas
La vitamina C será tu gran aliada este invierno pues ayuda a fortalecer el sistema inmune, pero también es importante que consideres incluir vitamina D en tu rutina. Esta es la que se suele obtener del sol, pero evidentemente este invierno no recibiremos tanto como solíamos hacerlo. No tiene nada de malo recurrir al apoyo de vitaminas en estos casos. La vitamina D puede ayudarte a tener más energía, pues su carencia se asocia con fatiga.
Vacúnate contra la influenza
No queremos sumar más posibles enfermedades a este invierno, pero como decíamos hace un momento, esta es una época en la que suelen convivir varias enfermedades juntas, así como algunas alergias en personas propensas. Puedes evitar riesgos si te vacunas contra la influenza y así descartas el preocuparte por esa enfermedad.
Haz una rutina de ejercicio en casa
En invierno es muy común despertar por la mañana y sentir que hace demasiado frío como para siquiera salir de la cama, mucho menos para hacer ejercicio. Y esa sensación se puede quedar con nosotros durante el resto del día. Sin embargo, para cuidar tu salud mental y física, el ejercicio siempre será parte fundamental. Te recomendamos que diseñes una rutina de ejercicio en casa en un horario que te quede bien y con el que puedas ser constante. Recuerda que lo recomendado son 30 minutos de ejercicio al día, aunque esto puede variar según tu edad. Lo importante es que el ejercicio sea un elemento que te mantenga motivado para darle una variación al sedentarismo
Hay muchos ejercicios que no requieren equipos
Ejercicio desplantes
Limita tu tiempo en internet
Suena muy difícil ¿cierto? En la pandemia todos hemos pasado mucho más tiempo en internet del recomendado, y es normal pues buscamos formas de divertirnos. Además, ahí se han depositado nuestras formas de interacción social y de entretenimiento. Es decir, no está mal que usemos la computadora y el celular para pasar el tiempo, pero también es importante encontrar un balance entre el tiempo que dedicamos a los aparatos y el tiempo que pasamos fuera de ellos. Si quieres hacer cosas que no sean estar en internet en casa, puedes retomar alguna lectura que te guste mucho, encontrar un libro para pintar y cultivar ese talento que quizá has descuidado o incluso aprender a tocar algún instrumento (ahí sí puedes aprovechar internet, donde hay muchos tutoriales). También puedes aprovechar para reorganizar los muebles, para limpiar ese librero que no has movido en años, etc. A veces hace falta pausar un momento para recordar el mundo que existe a nuestro alrededor y para entrar en contacto con nosotros mismos. ¿Qué pasaría si pruebas una hora al día en donde hagas alguna manualidad o actividad que te guste y que no se relacione a internet?
Medita todos los días
Pocas cosas cultivan la salud mental y física tanto como lo hace la meditación. Cuando meditamos, vamos educando a la mente a reaccionar de maneras más saludables a los problemas. Es decir, a reaccionar con menos estrés. Esto tiene un efecto directo en la salud del cuerpo, pues la ansiedad y el estrés generan reacciones de tensión físicas que pueden producir mareos, dolores, problemas para respirar, entre otros. Meditar, aunque en un principio se centra en la salud mental, muy pronto tiene efectos en el aspecto físico.
Con información de GQ