El invierno trae consigo algunos problemas de salud comunes y debes aprender a combatirlos.
¿Alguna vez has pasado la temporada navideña en Nueva York? A poco no, es un tanto surrealista esa sensación en el ambiente cuando estás allá y todo parece perfecto… Ya sabes, la vida en sí es increíble en ese momento: la mayoría de la gente anda súper contenta y con el mood tan buena vibra que eres el best-friend de todos; la decoración en los escaparates de las tiendas departamentales y de las boutiques de la 5ta. Avenida parecen de ensueño, mientras que la decoración, la iluminación y los sonidos de la ciudad y no obstante, la propia naturaleza con su nieve, las hojas caídas de los árboles que marcan el cierre del otoño y demás, sugieren que estas fechas son las mejores en cada aspecto de todo el año ¿no?… Y aunque no estés allá, pareciera que así es incluso en casa ¿pero es esto verdad?
Solamente lo es una parte, porque la estación invernal en sí por otro lado, también representa una temporada que conlleva riesgos para la salud y cuando esta falta o se ve afectada, no habrá decoración o villancico que maquille esta otra realidad. Así que lee de lo que te estamos hablando…
¿Cuáles son los retos que tienes que batir en cuestión de problemas de salud durante este invierno?
Algunos de los que verás a continuación pueden ser muy sutiles y otros en cambio, serán focos rojos de los que deberás estar muy al pendiente:
Resfriados, gripe y hasta COVID-19. Influenza y los rinovirus son amantes de las bajas temperaturas y por ende, nos acechan más en estas fechas. Se replican más conforme las temperaturas caen y por lo tanto, se transmiten más fácilmente, así que evita los espacios cerrados, atiborrados, estar en contacto con gente que no se proteja o que esté enferma recurrentemente y que por lo tanto, te pueda infectar de algo. (Aunque dicen que el whisky puede ayudarte con esto)
Envenenamiento con dióxido de carbono. Ya habrás escuchado en las noticias de intoxicaciones e incluso hasta muertes debido a este, ya sea a causa de los hornos, chimeneas, las estufas o los calentones. Al ser un gas inodoro e incoloro es peligroso y algunos de los síntomas para detectarlo son los mareos, náuseas y la dificultad para respirar. Por ello es súper importante que revises el funcionamiento correcto de los calentadores y de ser posible, consigue un monitor de este gas para interiores.
Piel seca y sensación de picor en ella. La piel sufre adaptaciones durante las estaciones de calor o frío y en el transcurso puede verse afectada. En invierno, se reseca más de lo normal (y hay remedios caseros para evitarlo) por lo cual, trata de usar cremas en vez de lociones para el cuerpo, protege tu rostro del frío colocando geles o cremas para prevenir quemaduras por el frío, prefiere las humectantes y evita el baño con agua muy caliente.
Ganancia de peso. El clima frío también promueve la ingesta de alimento para que se genere calor en tu cuerpo, sobre todo de alimentos ricos en grasa o no tan saludables. Así que en este aspecto no suspendas tu ejercicio aeróbico o de resistencia, establece tu meta de peso personal o de mantenimiento del mismo y busca ayuda de programas o expertos que te guíen y te motiven para no subir de peso.
Hipotermia o congelamiento. Y ojo, esto no es algo nada más de los escaladores que suben a la montaña ¡eh! Piensa que un bebe, un adulto mayor o una persona crónicamente enferma es susceptible a esto. Así que entre más baja sea la temperatura, mayor el riesgo en esta población. El enfriamiento extremo de la piel se puede detectar por el endurecimiento, el entumecimiento y la palidez, ya que el agua de los tejidos suaves de los dedos manos y pies, nariz y rostro comienzan a congelarse. Mantén las extremidades calientes y cubre al salir manos, las orejas y la cara sobre todo.
Los problemas de salud pueden empeorar en el invierno
Heridas y accidentes de invierno. Caídas por lo resbaloso del agua-nieve o en los lugares que nieva, o si eres de los que va a Ruidoso, Aspen o más allá deberías cuidarte de esto. Recuerda hacer un calentamiento antes de iniciar cualquier actividad de invierno para proteger tus músculos, no exageres al hacerlo intensamente y prepara desde tu calzado antiderrapante hasta la ropa térmica y aislante para la humedad y el frío.
Dolor articular. Muchas de las crisis de artritis se desencadenan en climas fríos y húmedos. Así que trata de vestir en capas y cuando salgas considera el uso de bufanda, guantes, calcetas gruesas e incluso gorro o sombrero. Además, mantente activo físicamente ya que esto mantiene tus articulaciones saludables y de ser posible toma suplementos de vitamina D.
Asma y alergias invernales. El clima de invierno puede desencadenar los ataques de asma y las alergias e incluso estar en interiores pueden exacerbarlos. Recuerda que hay alérgenos como el polvo, la humedad, entre otros que puede contribuir a estos. Por lo tanto, evita las bajas temperaturas y usa cubiertas de superficies tipo en las camas para minimizar la exposición a ácaros, polvo, etc. Añade también probióticos para fortalecer tu salud digestiva y tu sistema inmune.
Ataques al corazón. Los infartos aumentan en esta temporada debido a que incluso una caída de dos grados en la temperatura ambiental puede causar el estrechamiento de los vasos sanguíneos y por lo tanto, obstaculizar la irrigación sanguínea a tejidos como el corazón. Obviamente, conforme envejeces es más difícil para tu cuerpo regular su temperatura. Así que si te es posible sal por momentos a tomar el sol bien abrigado, monitorea tu presión arterial e incluso a fin de año, puedes programar tu chequeo médico y estudios de sangre para avalar que todo está dentro de parámetros normales valores como el colesterol por ejemplo.
Depresión y Suicidio. Sí, dejamos este como número uno porque es evidente que con toda la situación y el encierro de la pandemia, la falta de luz solar, la baja de vitamina D, el clima frío, el aislamiento social y el estrés físico y mental, por mencionar algunos factores pueden desencadenar problemas de ansiedad y depresión para de ahí partir a situaciones más graves como el suicidio. Mucha gente, en el invierno puede cursar con un Desorden Estacional Afectivo (SAD por sus siglas en inglés) que se manifiesta en la misma época cada año. Algunos signos de alarma de los que debes estar muy consciente pueden ser el que no puedas levantarte de la cama durante este tiempo, que tengas episodios de tristeza recurrentes, cansancio o fatiga todo el tiempo, que estés irritable, tengas sentimientos de desesperanza, ganes peso, estés perdiendo el interés en actividades sociales y sobre todo que busques aislarte… Si estás viviendo algo de esto, por favor busca ayuda de un profesional, ya él te dirá si es necesario un tratamiento terapéutico o médico, trata de exponerte al sol cuando salga unos 30 minutos al día por las mañanas y busca actividades en las que puedas interactuar socialmente aunque no sea en persona.
Con información a GQ