Experimentan emociones respecto a la sexualidad, que hacen de su comportamiento tan sensible, que vale la pena mencionarlo para empezar a desmitificar. Porque también tienen inseguridades en el sexo.
La vulnerabilidad es un rasgo tan humano como el deseo sexual. Miedos durante el sexo e incertidumbres los tenemos todos, incluso esos a quienes se les ha dado (incluso ellos mismos) la encomienda de que deben ser seguros de sí mismos ante lo que “se les da tan bien”: el sexo… Pues ¿no es en lo que los hombres piensan todo el día y, por lo tanto, quieren hacerlo todo el tiempo? Sin duda, un mito que poco a poco vamos derribando.
Por eso, debemos descartar que la seguridad y el individualismo son características que definen a los hombres en general con respecto al sexo y dejar de creer que, para ellos, es siempre disfrute antes, durante y luego del encuentro porque no es así. Con esta afirmación, aquí te dejamos los temores e inseguridades que ellos tienen a la hora del sexo, inclusive uno que otro tabúes.
“¿Daré el ancho?”
Y no sólo se refieren a las sobrevaloradas dimensiones del miembro viril. También existe esa duda de ser o no un buen amante. Aunque hay algunos que se erigen como los mejores (y quién sabe si es cierto), en el fondo, siempre existe ese temor de no cumplir con las expectativas que normalmente ellos creen que nosotras tenemos respecto a su desempeño sexual. Si supieran que la mayoría de las veces, la mujer está más preocupada por cómo lucirá desnuda frente a los hombres…
El tamaño de su pene
Este para nada es un descubrimiento. Sabiendo que ella ha tenido sexo con varios más, la comparación con los anteriores no se centra en el atractivo ni en el cuerpo; se centra en el tamaño y forma del órgano masculino. Generalmente, lo callan, pero quien se avienta a preguntar “¿él lo tenía más grande?”, casi siempre se topa con una benévola respuesta: “A tu falo nadie le gana”.
La duración de la erección
El pene es, indudablemente, el elemento en el que muchos basan su hombría y seguridad. Y que éste se ‘doblegue’ antes de lo esperado, los pone en gran desventaja física y moral frente a su compañera, de quien creen que se desilusionará si no hay erección o ésta no dura lo suficiente en el encuentro. Es más, ellos piensan que los calificarán como ‘incapaces’ o ‘poco viriles’. Sin embargo, cuando esto pasa, la mayoría de las mujeres creen que ellas son la razón, pues piensan que no son tan atractivas como para motivar la excitación que los hombres necesitan.
Lamentablemente, el miedo a que esto suceda ocupa gran parte de la mente masculina y, por eso, se corre el riesgo de que, en verdad, ocurra. Vamos, un círculo interminable.
Decir el nombre equivocado
Este es de los temores más recurrentes y, actualmente, ha sido objeto de estudio por expertos neurólogos. La conclusión del mismo es que “cuando te encuentras en un estado de euforia, por lo general evocas momentos pasados, pues se trata de un estado emocional que ya has vivido”, afirma el doctor canadiense James G. Pfaus, profesor en Neurociencia y Psicología, en cuyos intereses está la conducta sexual humana.
Por eso, el nombre de la ex llega a sustituir al de la chica en turno, normalmente, cuando estás en pleno clímax del acto, porque eso mismo lo viviste con la primera. ¿El remedio? Si eres de los que nombran a su amante mientras tienen sexo y temes meter la pata, intenta mirarla a los ojos, una vía por la que hacemos una conexión profunda con las personas, y así estarás súper consciente con quién realmente estás creando una nueva experiencia sexual.
Cómo comportarse después del encuentro
Aunque para muchas de nosotras esta sí es una revelación, hay hombres a los que de verdad les preocupa cómo actuar luego de la colisión. A pesar de que a unos se les da espontáneamente dormirse tras el orgasmo (una respuesta inevitable 100% fisiológica), otros, precisamente por el temor de caer dormidos, se preocupan por ser lo más correctos posible.
Sin embargo, depende mucho de qué tipo de vínculo tengan con la chica en cuestión; si es una relación en aras de un noviazgo, una one night stand que se quedará en eso o de esas de las que no sabemos hacia dónde irá.
Si eres uno de éstos, entonces, ya sea que quieras quedarte haciendo arrumacos, irte a tu casa o te duermas, será más fácil elegir tomando en cuenta tu sexual idilio. Aunque no está demás preguntarle. Al fin y al cabo, tu apuración es por lo que ella piense o desee, bueno también por lo que más le guste a ella a la hora del sexo.
Con información de GQ