Un tribunal del distrito central de Seúl aceptó la demanda de 12 esclavas sexuales surcoreanas planteada en 2013 para que el Gobierno nipón compense a cada una con 100 millones de wones.
Esta sentencia podría erosionar aún más la relación bilateral de ambos países.
Las demandantes aseguran que fueron engañadas o forzadas hasta acabar ejerciendo como esclavas sexuales para las tropas niponas antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Solo cinco de estas 12 mujeres demandantes vive aún, ya que muchas de ellas, a las que el Gobierno nipón se refiere como “mujeres de confort”, han fallecido ya.
Solo sobreviven 16 de las víctimas registradas por la Administración surcoreana.
Se calcula que unas 200 mil niñas y adolescentes en Asia, la mayoría coreanas, fueron víctimas de abusos sexuales por las tropas imperiales japonesas desde los años 30 del siglo pasado hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
Tokio ha defendido desde el principio que esta demanda debió ser sobreseída con base en la inmunidad soberana, doctrina legal que considera impropio que un tribunal extranjero dictamine la confiscación de activos de otro país.
Por su parte, la defensa de las demandantes ha argumentado que la inmunidad soberana no debería aplicarse en caso de crímenes de guerra o contra los derechos humanos.
Esta sentencia es el enésimo episodio en el conflicto entre Seúl y Tokio a cuenta del legado colonial japonés sobre la península coreana, la cual dominó entre 1910 y 1945.
Con información de Once