Este año se conmemorará el Centenario luctuoso del Ramón López Velarde y del poema “La suave patria” por lo que la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, a través de la Dirección de Publicaciones y Literatura llevará a cabo varias actividades a través de las redes sociales como la publicación de poemas y textos en los que se dé cuenta de su trayectoria y, sobre todo, su paso por San Luis.
En el mes de abril se realizarán publicaciones en torno al poema La suave patria y en el mes de junio, parte de su obra por el centenario de su muerte.
RAMÓN LÓPEZ VELARDE
Nació en Jerez, Zacatecas, el 15 de junio de 1888. Primogénito de José Guadalupe López Velarde, abogado originario de Paso de Sotos, hoy Villa Hidalgo, Jal., y María Trinidad Berumen, jerezana.
En 1898, la familia se traslada a Aguascalientes, en busca de mejores perspectivas. En el otoño de 1900 ingresa al Seminario Conciliar de Zacatecas, donde permanece hasta 1902, para regresar a Aguascalientes, continuando en el seminario. Inicia una relación afectiva con su prima política Josefa de los Ríos, a la que ve durante las vacaciones en Jerez. Es ocho años mayor que él y será la Fuensanta de sus poemas. En 1905 ingresa al Instituto de Ciencias de Aguascalientes para estudiar la preparatoria.
En 1906 forma parte de un grupo de jóvenes literatos que editan la revista Bohemio. Durante 1907 y 1908 publica diversas colaboraciones en El Observador de Aguascalientes, dirigido por el periodista católico Eduardo J. Correa.
En enero de 1908 ingresa al Instituto Científico y Literario, hoy Universidad Autónoma de San Luis Potosí, para estudiar la carrera de Derecho. En noviembre muere su padre en Aguascalientes; su madre y sus hermanos regresan a Jerez y sus tíos maternos asumen el sostenimiento de la familia. Además de continuar sus estudios cultiva la poesía y hace periodismo.
Se hace militante Antirreeleccionista en 1909; al lado de Pedro Antonio Santos y el coahuilense Manuel Aguirre Berlanga, entre otros estudiantes de derecho del Instituto. 1910 es un año de intensa militancia política, su grupo funda el Centro Antirreeleccionista de San Luis Potosí, del que es electo secretario. Cuando Madero es trasladado preso a esta ciudad, con Pedro Antonio Santos, pasante de Derecho como él, asume la defensa legal del caudillo. Proyecta publicar su primer libro, La sangre devota, pero su autocrítica se lo impide. Aparecerá seis años después.
Viaja a la ciudad de México en 1911 y se relaciona con María Nevárez, la inspiradora del poema “No me condenes”, de diecisiete años. Lo había atraído por primera vez tres años antes, en nuestra Plaza de Armas. El 31 de octubre se titula de abogado sin examen profesional, por su excelente promedio. Es juez de primera instancia en Venado, S. L. P. durante un mes.
Al año siguiente vuelve a la capital, recibe nombramiento de actuario en un juzgado por influencia del presidente Madero, pero no permanece en el puesto, pues le repugna ejecutar lanzamientos. Se involucra intensamente en el periódico La Nación, órgano del Partido Católico dirigido por Correa. Regresa a Jerez como candidato a diputado por el mismo partido; es derrotado.
Después de la Decena Trágica, en 1913, vuelve deprimido a esta ciudad donde colabora en El Eco de San Luis. Se aloja en la casa que ocupa la esquina de Rayón y Vallejo, que desde 1995 es la Casa del Poeta Ramón López Velarde, institución dedicada por el Gobierno del Estado al cultivo de las letras y las publicaciones.
Al siguiente año regresa definitivamente a la ciudad de México, es el terrible 1914; con la toma de Zacatecas, los villistas fusilan a su tío, el sacerdote Inocencio López Velarde. Se gana la primera crítica autorizada, de José Juan Tablada. Ingresa como profesor a la Escuela Nacional Preparatoria. Durante los siguientes años colabora para varias de las publicaciones capitalinas más destacadas. Durante 1916 conoce a la profesora Margarita Quijano, también mayor que el poeta, inicia un noviazgo sin futuro. Revista de Revistas publica su primer poemario, La sangre devota.
Con los también poetas Enrique González Martínez y Efrén Rebolledo, López Velarde funda la revista Pegaso, semanal, noticiosa, literaria, deportiva y de espectáculos, en marzo de 1917; en mayo muere Fuensanta y poco después también desaparece la publicación. Al año siguiente fenece su amigo Saturnino Herrán y su noviazgo con Margarita Quijano. Zozobra, su segundo libro, editado por la revista México Moderno, aparece en 1919. Es colaborador estrecho de Manuel Aguirre Berlanga, Secretario de Gobernación de Venustiano Carranza y antiguo compañero de estudios en San Luis Potosí. Se distancia de Correa y del Partido Católico y después del asesinato de Carranza, en mayo del 20, nuestro poeta decide no colaborar más con el gobierno a pesar de su pobreza.
En 1921 es nombrado profesor en la Facultad de Altos Estudios, equivalente a Filosofía y Letras; continúa dando clases en la preparatoria; es colaborador de planta de la revista El Maestro fundada por José Vasconcelos en la Universidad Nacional.
En abril concluye “La suave Patria” y el 19 de junio a la una y veinte minutos de la madrugada, muere en la casa familiar de la Avenida Jalisco, hoy Álvaro Obregón, de la Colonia Roma, Casa del Poeta en la actualidad, a consecuencia de neumonía y pleuresía contraídas por continuar una discusión, avanzada la noche, en la calle y bajo la lluvia. Había corregido “La suave Patria” para El Maestro.
El gobierno del Gral. Obregón asume la responsabilidad del funeral a instancias y por medio del rector Vasconcelos. La Cámara de Diputados se enluta por tres días, su cadáver recibe honores en el paraninfo universitario y en el Panteón Francés.
A partir de su muerte, la poesía de Ramón López Velarde no cesa de valorarse y su prosa también merece atención continua. En 1923 aparece El minutero, primera colección de sus artículos; en 1932 el Bloque de Obreros Intelectuales edita El son del corazón con los poemas posteriores a Zozobra; en 1952, Elena Molina Ortega publica El don de febrero y otras prosas. José Luis Martínez reunió todo lo anterior y lo enriqueció con textos no publicados en libro y publicó, con un amplio estudio, el volumen de sus Obras, editado por el Fondo de Cultura Económica en 1971, en el quincuagésimo aniversario luctuoso. El volumen fue enriquecido notablemente en la edición de 1990, por las aportaciones suscitadas por el Centenario del natalicio.