El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra muy fuerte, optimista y recuperándose de COVID-19, aseguró este martes la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien añadió que el mandatario no ha sido vacunado.
“No, el presidente no ha sido vacunado, te lo puedo decir”, dijo la titular de Segob a una reportera que preguntó si López Obrador ya había recibido la vacuna.
El mandatario de 67 años informó el domingo que había sido contagiado, que tenía signos leves y que estaba bajo tratamiento médico. La secretaria de Gobernación sustituye al mandatario al frente de las conferencias mañaneras.
La funcionaria acotó que, al igual que ella, el presidente es un adulto mayor y que acuerdo con los parámetros establecidos por la Secretaria de Salud recibirá la vacuna en su momento.
Recordó que de acuerdo a lo planeado, los médicos serán quienes recibirán primero la vacuna contra el COVID-19.
El presidente está bien atendido
La secretaria aseguró que el presidente “está súper atendido” por un equipo médico liderado por el secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer, y dijo que “se encuentra interviniendo en algunas de las decisiones más importantes” del Gobierno.
A pesar de la enfermedad, López Obrador mantuvo el lunes por la mañana una llamada con el presidente ruso, Vladimir Putin, y por la tarde participó durante una hora y media en una reunión virtual de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) sobre compra de medicamentos, detalló Sánchez Cordero.
“Él es muy optimista. Una de las grande características del presidente, además de ser un gran líder y estar en contacto con la población, es por otra parte una gente muy optimista y siempre está con este optimismo de seguir adelante”, añadió la funcionaria.
López Obrador está confinado en su residencia del Palacio Nacional desde el domingo, cuando dio positivo por coronavirus tras una gira por el norte del país en la que estuvo en contacto sin cubrebocas con dos gobernadores y varios miembros de su gabinete, que se han tenido que aislar por precaución.
Entre los confinados, aunque sin síntomas, está el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, estratega del Gobierno contra el coronavirus, que el lunes por la noche anunció que no se revelará “ningún dato clínico” sobre el estado de salud de López Obrador por respeto a su privacidad.
También se confinó en un inicio el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aunque ya dio negativo a una PCR, igual que la secretaria Olga Sánchez Cordero, que también obtuvo una prueba negativa pese haber estado en contacto reciente con el presidente.
Aunque López Obrador ha defendido desde el principio que los científicos deben diseñar la estrategia contra el coronavirus, también ha protagonizado polémicas, como cuando dijo estar protegido por una estampita religiosa, cuando ha cuestionado la utilidad del cubrebocas o cuando ha abrazado y besado a seguidores en sus giras.
Varios usuarios de redes sociales han criticado al presidente por haberse subido el domingo a un avión comercial para regresar a la capital mexicana desde su gira cuando al parecer ya tenía síntomas de la enfermedad.
México rebasó el lunes los 150.000 fallecidos por la pandemia de COVID-19.
Con información de Reuters, EFE y Presidencia de la República