Gregory Katsas, Neomi Rao y Justin Walker son tres jueces federales designados por el expresidente republicano de Estados Unidos, Donald Trump, y en la víspera aprobaron que autoridades reinicien con la expulsión de niños migrantes no acompañados que se encuentran varados en la frontera sur con México, informaron varios medios de comunicación de ese país.
Se trata de un duro revés para los derechos de todos los niños migrantes.
Según la cadena de televisión CBS News y el periódico The Washington Post, los tres jueces retomaron el diálogo de la pandemia del coronavirus (COVID-19) para justificar la expulsión de niños migrantes no acompañados en Estados Unidos; la medida viene de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia (Washington D.C., la capital del país).
Niños migrantes en Estados Unidos
Desde que el demócrata Joe Biden asumió como el presidente de Estados Unidos, el pasado miércoles 20 de enero, prometió que la política migratoria de la potencia del norte cambiará, poniendo especial énfasis en el sector desprotegido que representan los niños migrantes; sin embargo, “aún no es momento de salir corriendo a la frontera”, dicen autoridades.
Estados Unidos niños migrantes
El presidente Joe Biden buscará “atacar las causas” de la migración irregular a Estados Unidos con plan integral y de largo plazo, y en cooperación con México y países centroamericanos, aseguró Roberta Jacobson, asesora de Joe Biden para asuntos de la frontera suroccidental y exembajadora de Estados Unidos en México: los niños migrantes seguirán siendo una prioridad.
“Si no atacamos la pobreza, la corrupción, la inseguridad, no podremos realmente cambiar la situación para que los migrantes puedan tener una vida en sus países y un futuro para sus niños”.
Roberta Jacobson.
En días pasados, Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca de Washington D.C., informó que, en el marco de una batería de medidas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, planea anunciar “el lanzamiento de un grupo de trabajo para reunificar familias y niños migrantes” que fueron separados de sus padres durante toda la administración federal pasada.