El auge de OnlyFans, la aplicación en que los abonados pagan por ver contenidos de tipo sexual, especialmente, se está volviendo la solución de muchos para solventar los problemas económicos.
Más cuando se tienen tres hijos en edad escolar y el negocio de cobrar por fotos y videos triple equis resulta más jugoso que estar sentado todo el día en una oficina o sirviendo hamburguesas en un restaurante por una paga que no aguanta en el bolsillo ni tres días.
Ese es justamente el caso de Tiffany Pointdexter y su esposo Chris Pointdexter, quienes están muy contentos con la nada despreciable suma de 150.000 dólares (unos 533 millones de pesos), que les está dejando cada mes el acceso a las fotos y clips de ella en la app de moda.
A sus 44 años, Mrs. Pointdexter, como se le conoce en la aplicación, ha ganado fama entre el público. Segura de ello, no tiene problema en vender sus provocativas imágenes en ropa interior de encaje, con liguero y demás atuendos sexis.
En OnlyFans, ofrece también imágenes más subidas de tono y ello le ha merecido una base de fans que prometen asegurar la estabilidad económica de su familia.
Hasta ahí, la historia puede sonar muy acorde dentro de los tiempos que corren en la visión de algunos, pero el puritanismo del que no se pueden desprender los gringos en pleno siglo XXI parece que les quiere aguar la fiesta a los Pointdexter y su picante modo de poner el pan en la mesa familiar.
Como lo reveló el New York Post, los padres de familia del colegio donde estudian sus hijos en la región norte de California no se cuentan precisamente entre los fans de la señora bonita y han iniciado una campaña de desprestigio en su contra.
El verano pasado, continuó el tabloide, los padres de familia descubrieron su cuenta en OnlyFans y de inmediato pusieron el grito en el cielo.
Ahora, según la denuncia de Mrs Pointdexter, el objetivo de ellos no es otro que sacar a sus hijos del instituto, por considerar que toda esta familia es una vergüenza para la comunidad.
“Algunas mujeres de mi área imprimieron fotos que publiqué en OnlyFans y se las mandaron al director del colegio de mis hijos”, le declaró Tiffany a la agencia JamPress.
“Nos atacaron con una andanada de calificativos, según los cuales lo que hacemos es ‘repugnante’, ‘perturbador’ y ‘horroroso’”.