Tras bloquear el desahogo de un Parlamento Abierto, la mayoría de Morena en el Senado aprobó esta noche en comisiones, en fast track y sin moverle una una sola coma -como lo pidió el Presidente López Obrador-, la minuta de la reforma eléctrica aprobada en la Cámara de Diputados la semana pasada.
En las comisiones de Energía y de Medio Ambiente, se registraron ocho votos en favor y siete en contra; en la de Estudios Legislativos Segunda, siete en favor y seis en contra. Las reservas se presentarán en el pleno, presumiblemente el jueves próximo.
Por distintas vías, el bloque de oposición se enteró de que Morena no tendría “margen” para hacer modificación alguna a la minuta que la Cámara alta recibió apenas el jueves pasado.
La reforma plantea un cambio en el régimen de despacho de energía a la Comisión Federal de Electricidad, para que se privilegie el abastecimiento de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas de la propia CFE, lo que favorecerá el uso de combustibles fósiles y el desplazamiento de las energías limpias generadas por la iniciativa privada.
Los senadores de Morena se desentendieron de los cuestionamientos que la oposición puso sobre la mesa, notoriamente, los que tiene ver con el aumento a las tarifas y el daño al medio ambiente, amén de que advirtieron que la reforma será frenada en tribunales.
La discusión devino en abiertos enfrentamientos. Uno lo protagonizó la senadora emecista Verónica Delgadillo con el senador morenista Napoleón Gómez Urrutia, quien acusó a los opositores de incurrir en “canalladas”.
“Canallada es hacer del Senado una oficina de trámites del Ejecutivo. Canallada es sólo quedar bien con su jefe el Presidente de la República”, reviró la parlamentaria jalisciense.