El misterio del caso de Emma Coronel no se redujo a su captura; sino a lo que está detrás de él. Antes de cualquier veredicto que pudiera haber en contra de la esposa de Joaquín el “Chapo” Guzmán, acusada de conspirar para traficar droga a Estados Unidos, en los medios de comunicación nacionales e internaciones se escuchó una serie de especulaciones sobre su detención en Virginia, EEUU.
Una de ellas potenciada por el medio estadounidense Vice News, que a través del testimonio de agentes estadounidenses plantea la posibilidad de que la ex reina de belleza, de 32 años, estaría negociando con Estados Unidos su incorporación al programa de testigos protegidos, debido a supuestos enfrentamientos con Los Chapitos y/o Los Menores, como son conocidos los hijos del Chapo Guzmán.
Otra, que suena con más fuerza ha sido la divulgada por expertos en seguridad y casos judiciales. Una de esas voces pertenece a Alan Feuer reportero del New York Times, quien explica que la captura de Coronel se orientaría hacia la estrategia de apelación de los abogados del Chapo, que pretenden anular el juicio del capo argumentando una serie de irregularidades.
Además, la defensa del fundador del Cártel de Sinaloa, ha prometido que en caso de nuevo juicio, su cliente se sentaría en el banquillo a declarar.
Feuer señala que con Coronel como carnada, las autoridades estadounidenses buscarán que el capo desista del recurso de apelación que está en marcha.
En ese sentido, el experto y analista en seguridad, Alejandro Hope, detalla que la mujer es una herramienta de presión con el “Chapo”. “(Emma) tiene la ventaja de ser a la vez zanahoria y garrote para obtener colaboración de Guzmán y revelar información de sus socios e incluso de sus hijos”, apunta en su columna titulada “¿Se entregó Emma Coronel?”.
El analista mexicano advierte que el testimonio de la ex reina de belleza también podría ser beneficioso para su esposo: “A cambio de su entrega voluntaria y su colaboración en otros casos, las autoridades estadounidenses pueden haber accedido a relajar las condiciones penitenciarias de Guzmán”, detalla.
Guzmán Loera se encuentra recluido en una prisión supermax en Florece, Colorado, y sin acceso a sus familiares.
Entrevistado por Vice News, Bonnie S. Klapper, ex fiscal de narcóticos del Distrito Este de Nueva York, señala aspectos que ofrecen evidencias sobre que el arresto de Coronel, de 31 años, no fue del todo inesperado, en particular porque el “Chapo” quería que su esposa y sus gemelas, Emaly y María Joaquina, vivieran en un lugar decente.
“Quizás este fue un espectáculo elaborado. La arrestan, lo hacen muy público, están luchando por su detención porque ella ya coopera o quiere cooperar y quieren sacar a la gente del camino”, asevera Klapper para el medio estadounidense.