Los Portales Ipiña se convertirán en un hotel boutique de 20 habitaciones y suites de lujo, un área para 10 restaurantes, espacios comerciales y un estacionamiento con la capacidad de 280 cajones.
En la página Ipina.mx se detalla el proyecto que se está llevando, en el que también se destaca que contará con cámaras de videovigilancia, sanitarios, acceso a personas con discapacidad y sistema automatizado.
Además, estaría planteado recuperar el histórico pasaje intermedio que conecta las calles de Álvaro Obregón y Venustiano Carranza.
El edificio es propiedad de familias potosinas que están llevando a cabo este proyecto, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorizó los trabajos de remodelación y supervisa cada una de las obras.
Los portales Ipiña o Edificio Ipiña, de estilo neoclásico, realizado en cantera en 1906, está recobrando su vida como centro comercial, al establecerse tiendas de diferentes giros comerciales dentro de este emblemático lugar que es único en México por su estilo.
Actualmente se rentan los espacios comerciales y a la fecha se ha logrado la instalación de un restaurante de comida rápida, uno de telefonía celular, la librería Gandhi, una cafetería que tiene mesas sobre el pasillo de los arcos.
La infraestructura, ubicada en la avenida Venustiano Carranza esquina con Damián Carmona, es un edificio con arcos que van de lado a lado, está lleno de locales comerciales en la planta baja; los pisos superiores estaban ocupados por los departamentos de la casa del ingeniero Octaviano Cabrera Hernández, quien fue quien lo construyó durante la época del Porfiriato, debido a un encargo que le hizo el dueño del mismo, de nombre José E. Ipiña, quien era un hombre prominente de San Luis
Su admirable diseño es marco perfecto para la Plaza de Los Fundadores, que se encuentra frente a este edificio.
En la actualidad este edificio es ocupado en la planta baja por una serie de negocios y también las leyendas urbanas cuentan que dentro de este inmueble se aparece un duende por las noches.