Un relevamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a un año del inicio de la pandemia, arrojó que en la Argentina hubo casi 500 muertos y más de 78.000 casos entre el personal de salud.
Los profesionales de la salud, que estuvieron y siguen estando en la primera línea de la lucha contra el coronavirus y, por ende, fueron y son los más expuestos frente al avance de la pandemia, sufrieron el impacto físico y psicológico como ningún otro sector de la población.
El documento del organismo precisa que en el país perdieron la vida a causa de la COVID-19 un total de 470 profesionales y trabajadores de la salud. Y son ya 78.912 los que contrajeron coronavirus, lo que implica que 15 de cada 100 sufrieron la enfermedad. El 87% del total de contagiados pudo recuperarse.
Esta cifra de fallecidos representa el 1% del total de las 54.517 muertes registradas en Argentina hasta la fecha. Sin embargo, desde la Red de Médicos Integrados (Redima) sostienen que hay “un subregistro” en los números oficiales que difiere con lo que ellos llevan contabilizados.
“La mortalidad informada está por debajo de lo que nosotros pudimos constatar hacia principios de diciembre, cuando teníamos confirmados 488 fallecidos”, señaló María Berude, miembro de Redima.
En cuanto al total de contagios entre el personal sanitario, esos 78.912 confirmados representan el 3,5% del total de casos detectados en la población en general con COVID-19, de acuerdo a los últimos datos de la Dirección Nacional de Epidemiología e Información Estratégica del Ministerio de Salud, actualizados al 17 de marzo.
La clasificación “personal de la salud” incluye tanto a las personas que cumplen tareas médicas y asistenciales como a los trabajadores sanitarios con funciones no asistenciales, como camilleros, administrativos y de limpieza, del sector público y privado.
Según el reporte de situación elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, durante las últimas 4 semanas epidemiológicas se diagnosticaron 1.237 casos entre el personal de salud, un número que muestra un descenso a la par del avance de la vacunación, ya que fue incluido como sector prioritario en medio de la escasez de vacunas. Si bien el informe no especifica dónde se contagiaron o pudieron haberlo hecho, la mayoría (78.005) del total afectado del personal de salud no tenía antecedentes de viaje y solo 907 sí.
Un dato que llama la atención es que más del 48% de los contagiados (227) eran menores de 60 años. Esto revela que los profesionales y trabajadores sanitarios murieron más jóvenes por la COVID-19 que la población en general afectada por la enfermedad.
Advertencia del gobernador de Jujuy
Aunque haya un pico de casos, Morales no tomará “medidas restrictivas”.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, advirtió ayer que la provincia no va a “tomar medidas restrictivas” aunque estén “en pico” de casos de coronavirus, y aclaró que “nunca ha habido un vacunatorio VIP” en su distrito.
“Nosotros, aunque estemos en pico, no vamos a tomar medidas restrictivas en cuanto a cierres. La consigna es cuidar la salud y la economía”, resaltó Morales.
En declaraciones, el gobernador precisó que Jujuy está “con una situación bastante ordenada” respecto de casos de COVID-19.
Además, el mandatario provincial aclaró que van a “mantener las escuelas abiertas”.
El dirigente radical dijo compartir la preocupación del presidente Alberto Fernández respecto del incremento de casos de coronavirus y ponderó la gestión del Ejecutivo nacional ante la pandemia. “No me puedo quejar en cuanto a todo el tema del manejo de la pandemia en la gestión (del ex ministro de Salud de la Nación) Ginés (González García) y ahora en la gestión de la nueva ministra (Carla Vizzotti)”.