Los habitantes de París y ciertas otras regiones de Francia pasaron su primer fin de semana bajo una cuarentena de un mes a fin de combatir la propagación del coronavirus.
Sin embargo, abundaron las críticas contra las medidas del gobierno ya que algunos las consideraron desorganizadas.
Una autorización de viajes colocada en internet fue tan ridiculizada por la prensa francesa que el Ministerio del Interior la quitó poco después. Por ahora se requerirá simplemente comprobante de domicilio para poder caminar por un radio de 10 kilómetros (6,2 millas).
Bajo las nuevas restricciones, estarán cerrados los negocios no esenciales pero los habitantes no están obligados a quedarse encerrados en sus casas.
Francia alcanzó este domingo una cifra récord en 2021 de pacientes ingresados en cuidados intensivos por covid, 4.406, mientras que 138 personas perdieron la vida por esa enfermedad, indicaron los reportes recientes de las autoridades sanitarias.
Tras varios días sin publicar los datos, por problemas informáticos, la actualización de ayer sitúa el total de víctimas de la enfermedad en los 92.102.
En los últimos días, la cifra de contagios en Francia ha comenzado una ligera subida, con 178.223 nuevos casos en la última semana.
Ese repunte se ha dejado notar en la presión hospitalaria, que alcanza cifras récord en cuidados intensivos y en el total de camas en algunas regiones.
En las últimas 24 horas se registraron 389 ingresos hospitalarios, de los cuales 53 fueron en cuidados intensivos, para totalizar 25.926 camas ocupadas.
El número de camas de cuidados intensivos ocupadas se acerca al pico de la segunda ola de noviembre pasado, cuando se rozaron las 5.000, aunque todavía está lejos de las más de 7.000 de abril pasado.
“Cuando uno examina las cifras, es obvio que la situación es insostenible y empeorará a medida que se propague el virus”, dijo a la AP Anaelle Aeschliman, una enfermera en el Hospital Ambroise Pare en Neuilly-sur-Seine, un suburbio al oeste de París.