La mortal enfermedad que ataca a los corales que actualmente causa estragos en las Islas Caimán deja sentir sus efectos ya de forma preocupante en aguas del archipiélago de las Bahamas, según informan científicos marinos, que alertan de que se extiende por la región a una velocidad de 55 metros por día.
Las autoridades de Bahamas confirmaron este lunes que aunque se registró por vez primera en el archipiélago atlántico hace un año, la conocida como Enfermedad de Pérdida de Tejido de Coral Pedregoso (SCTLD, en inglés) se ha vuelto una amenaza para la región en las últimas fechas al registrarse su presencia en los arrecifes de las islas de Gran Bahama, Nueva Providencia y Eleuthera Norte.
Los científicos del Instituto Perry de Ciencias Marinas (PIMS, en inglés) en Estados Unidos han alertado de que algunas especies de corales son más susceptibles que otras, el caso de los conocidos como cerebrales, particularmente susceptibles a las infecciones y que a menudo mueren en semanas.
Valeria Pizarro, especialista en arrecifes de coral del PIMS, indicó que la realidad es que la enfermedad se está propagando muy rápido y que perder los arrecifes de coral tendría un profundo impacto ecológico en la región caribeña.
Aunque la evidencia sugiere que el brote de SCTLD comenzó frente a las costas de Florida en 2014, el primer caso de la enfermedad no se confirmó en las Bahamas hasta marzo de 2020.
LA ENFERMEDAD YA HA ACTUADO EN GRAN BAHAMA
En ese momento, los científicos de PIMS descubrieron que SCTLD ya había matado una amplia gama de corales frente a la isla de Gran Bahama, incluidas algunas especies catalogadas como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Menos de tres meses después, el PIMS confirmó la presencia de SCTLD en colonias de coral frente a la isla de Nueva Providencia, que alberga la capital, Nassau.