Interpretar a Jesucristo representa un gran desafío actoral, pero algunos creen que puede ser un problema. Casualidad o no, tres actores que encarnaron al Hijo de Dios arruinaron sus carreras.
Jim Caviezel en La Pasión de Cristo
Con su metro noventa, sus ojos claros y porte envidiable, Jim Caviezel fue convocado por Mel Gibson para ser Jesús en La Pasión de Cristo. El protagonista de Arma mortal le advirtió que el personaje sería muy difícil y que podría ser maginado en Hollywood. Caviezel pidió un día para pensarlo. Veinticuatro horas después su respuesta fue: “Creo que tenemos que hacerlo, aunque sea difícil. Y algo más, mis iniciales son J. C. y tengo 33 años. No me había dado cuenta hasta ahora”.
Las condiciones de trabajo fueron extremas. Maquillar a Caviezel implicaba ocho horas de tarea. Para las escenas del camino al calvario cargó una cruz de 70 kilos, el peso le dislocó el hombro. La crucifixión fue peor. Durante 15 días permaneció horas suspendido en lo alto de una cruz. En pleno invierno y apenas cubierto con un taparrabos, sufrió ataques de hipotermia y terminó con neumonía. En otra de las jornadas comenzó una tormenta y sufrió una descarga eléctrica que quemó parte de su pelo.
La filmación duró cinco meses. Con un presupuesto de 30 millones de dólares recaudó 611 millones en todo el mundo. Tuvo tres nominaciones a los premios Oscar pero no ganó ninguna.
Estigmatizado según algunos y según otros bendecido por su papel de Jesús, Caviezel no volvió a figurar en las carteleras.
Robert Powell, Jesús de Nazaret
En 1975, el papa Paulo VI notó el éxito de Moisés y Los hechos de los apóstoles, dos programas religiosos emitidos por la televisión italiana y le propuso a las autoridades filmar la vida de Jesús y Robert Powell fue convocado.
Pero Powell vivía con su pareja en concubinato, algo condenado por la Iglesia y para evitar problemas, el actor pasó por el altar.
Luego del estreno, el rostro del británico se reprodujo en millones de estampas religiosas. Todavía hoy se encuentran en algunas santerías. “Una vez estaba en Venezuela grabando una serie y mis compañeros fueron a una misa. Cuando volvieron, todos estaban riéndose y me dijeron qué bueno que no nos acompañaste a la iglesia, porque, detrás del altar, la imagen que veneran es la tuya. Era un imagen de una revista”, contó Powell.
Lo que fue una “bendición” durante la filmación, a la larga resultó una verdadera “maldición” para el actor. Tuvo que recurrir a ayuda psiquiátrica para poder desprenderse de su personaje y pese a haber realizado más de 30 producciones nunca volvió a destacarse en cine o televisión.
Jeffrey Hunter, Rey de Reyes
A principio de los 50 existían dos grandes estrellas: Robert Wagner y Jeffrey Hunter. Galanazos, buenos actores eran las figuras destacadas de la poderosa 20th Century Fox. Hunter interpretó a Jesús en la producción Rey de Reyes.
La película se filmó en España. a crítica alabó el estilo épico de la puesta y aseguró que Hunter sería recordado como uno de los mejores intérpretes de Jesucristo de la historia del cine. Parecía que este papel sería el consagratorio de Hunter, pero no.
Después de Rey de Reyes solo participó en modestas producciones clase y en roles secundarios. Para colmo comenzaron a desencadenarse varios hechos que hacían creer en una verdadera maldición.
En 1969, filmando ¡Viva América! una explosión accidental en el set hizo que sufriera quemaduras en sus brazos y varios vidrios rotos le provocaron lastimaduras en su rostro.
En el vuelo de regreso a los Estados Unidos, sufrió la paralización de su brazo derecho y perdió el habla. Le diagnosticaron un derrame cerebral y quedó en tratamiento pero murió, el 27 de mayo de 1969 cuando solo tenía 42 años.