Un tribunal de justicia marcial condenó a la pena capital a 19 personas acusadas del asesinato de un soldado, en las primeras sentencias a muerte que se dictan tras el golpe de Estado militar del 1 de febrero en Birmania.
El portal de noticias Eleven media, precisa que 17 de los acusados fueron condenados en rebeldía y pende sobre ellos ordenes de arresto por asesinato, que presuntamente sucedió a finales de marzo en un distrito de Rangún donde los militares habían decretado la ley marcial.
El canal público MRTV, ahora controlado por los uniformados, emitió anoche las fotografías de los dos condenados que se encuentran arrestados.
A pesar de la brutal represión de las fuerzas de seguridad, en la que han muerto más de 600 personas, miles de manifestantes tomaron de nuevo hoy las calles del país para expresar su rechazo contra el mando castrense.
En la ciudad de Bago, a unos 70 kilómetros al noroeste de Rangún, los manifestantes desafiaron a los militares tras la sangrienta jornada de ayer, donde las fuerzas de seguridad dispararon artefactos explosivos en las protestas.
Los medios locales informan de al menos 20 muertos en Bago por la represión del viernes, aunque advierten de que el número podría ser mayor.
Según las cifras corroboradas de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), al menos 618 personas han perdido la vida a raíz de la violenta represión de las autoridades desde la sublevación militar.
AAPP también indica que al menos 2.931 personas se encuentran detenidas desde la asonada, incluida la derrocada líder del gobierno civil, Aung San Suu Kyi.
Los militares birmanos justifican el golpe de Estado por un supuesto fraude en las elecciones del pasado noviembre, en las que arrasó y revalidó su poder el partido de Suu Kyi, La Nacional para la Democracia, con el aval de observadores internacionales.