“Para cuidar de la vida tenemos que cubrirnos el rostro, pero no desde el miedo sino desde la conciencia de que todos somos responsables de los otros. Ese acto de civilidad, de responsabilidad social y de ciudadanía, es visto con creatividad por un grupo de artistas que participan en la exposición internacional colectiva virtual Respiro, luego existo, que hoy se inaugura”, sostiene Carmen Beatriz López-Portillo Romano, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Tras anunciar esta muestra, que hace énfasis en la importancia de tomar medidas para evitar contagios y así prevenir la muerte, López-Portillo sostiene que los más de 80 artistas que participan con la creación de cubrebocas, expresan la manera en que cada uno se ha relacionado con la pandemia, el encierro, el miedo y la muerte.
“Estas piezas son, en suma, un ejemplo de sobrevivencia, una manera de rebelarnos contra esta realidad nefasta, oponer frente a ella la libertad y el arte, que es el soplo de vida que nos hace ser lo mejor que somos”, refiere la también artista, quien además creó una pieza para la exposición.
Creadores como Alejandra Zermeño, Carlos Marín, Joel Alaníz y Martha Chapa, fueron convocados por Perla Estrada y Atziri Pérez Galindo para intervenir “cada uno un cubrebocas, transformarlo y cambiar su signo”.
López-Portillo Romano se sumó a los artistas que diseñaron los cubrebocas con temáticas intimistas, alegóricas, lúdicas, irónicas y críticas, que conjugan con elementos figurativos y abstractos el uso de diversos materiales.
“Yo quería que el cubrebocas fuera más apertura y posibilidad, y como somos seres creativos pensé que las manos tenían que estar presentes, por eso la idea de mostrarlas uniendo los pulgares, ya que es un signo de esperanza, para generar espacios de luz durante la pandemia y el confinamiento”, afirma.
Respiro, luego existo puede ser visitada a través del Facebook de Difusión Cultural del Claustro a partir del día de ayer a las 20 horas.