A Luis* le preocupa que en 2021 la cosecha de jitomate en Aguililla, Michoacán, ya no será como otros años, donde eran cultivadas hasta 100 y 400 hectáreas (ha), pues el contexto de violencia obligó a los productores a sembrar apenas la décima parte. Además, las extorsiones de Cárteles Unidos incrementaron los precios del huevo, la tortilla, cebolla, frijol y gasolina, entre otros productos básicos; y si bien podría viajar a Apatzingán para comprar al costo normal o al menos salir de la cabecera y buscar otra fuente de ingresos, se encontraba con una carretera bloqueada o destrozada.
Él, como el resto de sus vecinos y vecinas, sobrevive atrapado en medio de una guerra, con la amenaza constante de ser asesinado por facciones locales o por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que avanzó para dominar la cuna de su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho.
Pese a que los habitantes del municipio han convivido con el asedio de grupos criminales por décadas, ahora llegaron al límite de lo que pueden soportar.
Uno de sus últimos recursos está en alzar la voz y exigir condiciones de seguridad, pero esa vía es casi igual de peligrosa que morir en el fuego cruzado, porque además acechan las amenazas de capos que serían afectados con la respuesta al descontento, el cual han provocado en presunta complicidad con las fuerzas del orden.
Luis, quien habló bajo condición de anonimato por temor a represalias, dijo que la situación en Aguililla se recrudeció desde que “los de Jalisco”, como llama al CJNG, se apoderaron de Bonifacio Moreno, el Aguaje, y corrieron a Cárteles Unidos. Esta última facción es un concilio con células michoacanas que derivaron de los Viagras, la Nueva Familia Michoacana, los Blancos de Troya y Caballeros Templarios.
Presuntamente, la recuperación del CJNG ocurrió en los últimos seis meses, después de septiembre de 2020, cuando los Viagras presumían que el Aguaje estaba bajo su control. Pero Arturo*, otro habitante, precisó que los de Cárteles Unidos fueron expulsados desde Navidad y se refugiaron en Aguililla como último bastión.
Las rutas disputadas
La carretera principal que conecta Apatzingán con Aguililla tiene 83 kilómetros y se encuentra transitada por el CJNG y Cárteles Unidos. El concilio de células locales, tan pronto advierten una avanzada de sus rivales desde el Aguaje, actúan para romper o bloquear la vía a la altura de Potrerillos.
De ahí que el obstáculo podría ocurrir a cualquier hora, afectando por horas o días a quienes salen y llegan hacia Aguililla para su trabajo o por actividades de comercio.
Al principio, los vecinos seguían una ruta que llegaba hasta San José de Chila, donde el paso era permitido por Rigo Díaz (quien sería Rigoberto Díaz Soto, Don Rigo y/o Don Belisario) de los Caballeros Templarios. Pero este último cabecilla decidió alinearse con la estrategia de sus cómplices y cortó la comunicación a vecinos de Aguililla.
De acuerdo con los testimonios, en el puente del Montoso había un retén donde se revisaba a quienes salían y entraban. Supuestamente, este sitio funcionaba como caseta de peaje donde conductores de vehículos pagaban de 200 a 500 pesos, según el tipo de transporte que cruzaba, es decir, si era particular o alguno que surtiera productos.
La vía alterna representaba un trayecto de cinco horas porque implicaba dar vuelta por la sierra en terracería hasta Coalcomán y de ahí hacia Apatzingán. Mientras que en la ruta más directa que está asfaltada, los vehículos recorren entre una hora y media o dos.
Tanto camiones de frituras hasta distribuidores de gas vieron limitadas sus operaciones en Aguililla. Cuando alguien presentaba una emergencia médica, la situación era más complicada aún, porque el hospital del municipio no tiene equipo ni personal y el traslado debía ser, de nueva cuenta, hasta Apatzingán.
Las afectaciones igual han sido en rutas de transporte, porque gran parte de la población no cuenta con vehículos particulares.
Según la versión de Luis, una célula del CJNG se mantiene en la comunidad de Dos Aguas, desde donde podían iniciar ataques contra Los Revueltas, quienes formaron parte de Cárteles Unidos en Aguililla.
Bonifacio Moreno, donde dominan las fuerzas del Mencho, es una tenencia que se encuentra en medio de la carretera principal Apatzingán-Aguililla; por ello el control abarca la zona del Limoncito y el Charapo.
En el Terrero, al otro lado del puente que conecta con el Aguaje, están los Viagras de Cárteles Unidos y quienes son responsables de cortes en la vía, según testimonios de pobladores, así como versiones del mismo CJNG. Estos dos últimos puntos, parte de la ruta importante, se encuentran a 15 minutos y casi a una hora de Aguililla en automóvil.
Hasta el mismo Ejército tuvo que adaptarse a rodear veredas: camionetas de militares usaban el rumbo de Dos Aguas. El grado de sorpresa no era menor, pues la autoridad capaz de imponer orden y recorrer dos horas, prefería someterse a bloqueos criminales.
Fieles a su estilo, las “Fuerzas Especiales Mencho” difundieron un video donde se deslindaban del ataque con drones a policías destacados en el Aguaje, la madrugada del 21 de abril, y responsabilizaron a sus rivales de Cárteles Unidos.
“Nosotros, Cártel Jalisco Nueva Generación, no fuimos quienes tiraron los dronazos a la policía michoacana”, dijo el sujeto sentado en una mesa y rodeado por una treintena de hombres fuertemente armados con vestimenta militar.
El vocero, quien ya había leído un comunicado en agosto de 2019, explicó que sus enemigos reaccionaron al desbloqueo de cruces y pretendían responsabilizar al CJNG para que las autoridades actuaran sobre ellos.
“Ahora, como la policía michoacana está reparando las zanjas y quitando las barreras de piedra de las carreteras que van de Apatzingán al Terrero, Aguililla-Coalcomán, y también están abriendo los caminos que tenían tapados los Cárteles Unidos para que la población sufriera la escasez de alimento y medicina.
“Por eso es la razón de que los Cárteles Unidos están enojados con la policía michoacana y fue el motivo por el cual les tiraron los dronazos y así culparnos a las Fuerzas Especiales Mencho del CJNG”, indicó el supuesto cabecilla.
División de Cárteles Unidos, pérdida del Aguaje y sitio en Aguililla
En octubre de 2019, integrantes del CJNG emboscaron y ejecutaron a 14 policías en Aguililla, entonces advirtieron al resto de los agentes que no se alinearan con sus enemigos de Michoacán. Poco a poco, el cártel de las cuatro letras fue ganando terreno hasta llegar al Aguaje.
Hace unos meses, alrededor de medio año, agentes del Ejército y de la policía estatal llegaron hasta Bonifacio Moreno para expulsar al CJNG. Luego de eso, miembros de los Viagras arribaron para recobrar su dominio, pero tan pronto como las fuerzas federales salieron de ahí, sicarios de Oseguera Cervantes volvieron a la carga y corrieron a sus enemigos.
“Los criminales acabaron con las viviendas, se robaron todo. Y después de eso, el pueblo se quedó abandonado, las familias se salieron. El gobierno dejó solos a los Viagras y el CJNG regresó y mató a sus rivales y los corretearon y sacaron del Aguaje, recuperaron la plaza, como dicen ellos”, contó un habitante de la región.
Pero Karla se remontó a la disputa interna de octubre del 2020, cuando Los Revueltas expulsaron de Aguililla a miembros de la facción que dirigía Adalberto Fructuoso Comparán, el Fruto, ex alcalde del lugar arrestado en Guatemala el 30 de marzo reciente.
Este viejo operador de Los Caballeros Templarios y posterior líder de supuestas autodefensas, fue acusado en la Corte del Distrito Sur de Florida por cuatro cargos de conspiración para el envío y distribución de metanfetaminas a EEUU como cabecilla de Cárteles Unidos, igual estarían implicados su hijo y cuatro operadores más que también cayeron. El Fruto ya no estaba en Aguililla, pero su gente sí.
De acuerdo con investigaciones de las autoridades norteamericanas, el ex alcalde sostuvo encuentros con agentes infiltrados en Colombia y Guatemala, que él creía eran sus potenciales socios. El Fruto pretendía consolidar una ruta de exportación de metanfetaminas hacia Miami, Florida, así como recibir un cargamento de armas que le ayudaran en su lucha contra el CJNG en Michoacán, para la cual planeaba usar a grupos de autodefensas.
Balaceras en pleno pueblo, asesinatos y una semana de persecuciones obligaron a los de Comparán Rodríguez a huir al otro lado del puente, en el Terrero.
El asedio ya no solo era de aquellos que deseaban apoderarse de la cuna del Mencho, sino de células que tuvieron diferencias y se fragmentaron aún más, es decir, amenazas del exterior y desde dentro.
Así se intensificaron los bloqueos para pobladores de Aguililla, donde el kilo de huevo pasó de 25 a 70 pesos y la gasolina mantuvo una cuota fija de 29 pesos el litro, cuando el costo en promedio está entre 21 pesos. La tortilla incrementó de 15 a 23 pesos y el frijol subió hasta 30 pesos, aunque en Apatzingán el costo era de cinco pesos menos.
Los enfrentamientos fueron más constantes en los alrededores, al igual que videos y fotografías en redes sociales, que los criminales compartían para presumir sus botines de guerra o atizar amenazas.
Gilberto Vergara, párroco de Aguililla, dijo a Infobae México que han vivido una nueva modalidad del mal.
Pues la táctica de los cárteles evolucionó para usar a la población y mantenerla en esa dinámica latente de ser asesinados, secuestrados, desaparecidos y extorsionados, hasta causar la pérdida del trabajo o aumento en productos de primera necesidad, al igual que frustrar la atención médica de alguien en situación de emergencia.
Sin empleo en la cosecha de jitomate
“Muchos han tenido que pedir fiado para sobrevivir”, contó uno de los entrevistados en referencia a que se ha limitado la fuente de ingresos, lo mismo que la cosecha de jitomate, actividad principal para la subsistencia en el municipio.
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), para enero de 2021 se tenía el registro de 260 hectáreas sembradas de jitomate rojo en Aguililla, pero en el mismo mes del año agrícola 2020, la superficie cultivada había sido de 779 ha. Lo mismo en periodos de febrero y marzo.
En diciembre del año pasado, el número de hectáreas sembradas era de 180. Pero en estos meses, los productores apenas contemplaron sembrar 10 hectáreas, según coincidieron Luis y Arturo. Las más de 700 ha significaron una producción de 18 mil 598.26 kilos, según el SIAP.
De los 50 municipios que producen jitomate en Michoacán, Aguililla destaca entre los primeros cuatro, junto con Yurécuaro, Villamar y Tanhuato, de acuerdo con reportes del gobierno estatal. Pero ahora, los compradores de Apatzingán, Uruapan o Morelia ya no acudirán a la región por los bloqueos y poca siembra.
El cura del lugar aseguró que la cosecha de inicios de año se perdió, incluso hubo parcelas que se quedaron sin corte. La inversión para preparar la tierra, establecer el sistema de riego o poner estacas, también se desperdició. Algunos camiones de clientes se regresaron del Aguaje debido a los narcobloqueos.
Despliegue y permisividad de criminales
En la percepción de Luis y Arturo, las autoridades municipales, estatales y federales estarían coludidas con Cárteles Unidos. Pues, por ejemplo, los tres órdenes de gobierno dejaron operar a la familia Revueltas, que entre sus líderes tienen a un sujeto identificado como el Chirrios.
Por las calles de Aguililla desfilaban los Revueltas sin mayor pudor, presumiendo armas como algo normal aún con la presencia policial. Pero si arribaban sicarios del CJNG, los castrenses salían de su base a realizar operaciones, en tanto que el Chirrios y los suyos se atrincheraban en Las Minas.
David Saucedo, consultor en Seguridad Pública, coincidió en que los agentes federales y estatales han mostrado una estrategia de repliegue en la zona que si bien es pragmática, también ha dejado en estado de indefensión a los habitantes. No es casual, indicó, que permanezca el escenario de guerra y no haya detenidos.
“Me parece que las autoridades tomaron ya una decisión, hacen una serie de operativos cosméticos, únicamente para dar la percepción de que hay una labor disuasiva”, aseveró el analista.
“Puede ser una estrategia, esperar a que los contendientes se desgasten en esta guerra mutua, pero esto deja a la población totalmente indefensa, no ver una participación activa en ese tema significa abdicar en la responsabilidad que tienen el gobierno federal y estatal en enfrentar esos escenarios de inseguridad, me parece que esto es una decisión irresponsable y pragmática”.
Israel Patrón Reyes, secretario de Seguridad de la entidad, confirmó el reciente 21 de abril que en Aguililla domina una célula criminal, pero no dio el nombre porque, justificó, ellos no se identifican como si fueran una empresa legal.
En cambio, Karla rechazó la posición del secretario, porque las agrupaciones delictivas han operado por años en la región. El 14 de octubre de 2019, cuando la masacre de agentes, los de las cuatro letras desafiaron abiertamente a las autoridades de Michoacán y en reiterados videos, bandos locales han presumido sus disputas.
Luego de que el pasado 31 de marzo el CJNG atacó a Los Revueltas, la Fiscalía del estado contabilizó ocho cadáveres decapitados en inmediaciones de la Enramada. Fue el inicio de la “limpia”. Las fuentes confirmaron que sicarios catearon casas de sus rivales, bloquearon el paso con retenes, y las balaceras se oyeron hasta las dos de la madrugada.
A partir de entonces, el Cártel Jalisco Nueva Generación tomó Aguililla. Llegaron y se presentaron, incluso planeaban convocar a una reunión para declarar un pueblo libre del grupo local, además de decirles cómo trabajarían. Para Karla no es que no se sepa quiénes son, porque unos estuvieron ahí, llegaron otros y dijeron a qué bando pertenecían. Todo bajo la tolerancia de las autoridades.
Según Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Aguililla cuenta con 200 soldados bajo la dirección de Darío Ávalos Pedraza, general de brigada y comandante de la 43 Zona militar.
Patrón Reyes aseguró que también hay entre 250 y 230 agentes de la policía estatal de Michoacán en el Aguaje y Aguililla. De acuerdo con los pobladores del municipio igual acudieron elementos ministeriales.
Todos ellos solo estuvieron resguardados en sus instalaciones sin realizar labores de vigilancia para impedir bloqueos en la carretera hacia Apatzingán y detener a criminales que se pasean impunes por las demarcaciones aledañas.
Lo anterior quedó demostrado por la noche del reciente miércoles, cuando la vía amaneció interrumpida a pesar de los elementos desplegados.
Desde el 19 de abril, cuando fue abierto el paso, ese gusto duró menos de 24 horas. Por la tarde del martes pasado hubo labores de apertura y al poco tiempo fue atravesada la misma camioneta que bloqueaba el paso en el Montoso, justo en la zona donde se habían retirado piedras y tierra.
Durante la noche y madrugada del 21 de abril, criminales “que están del lado del terrero”, atacaron con drones e hirieron a dos policías en la tenencia del Aguaje; el explosivo utilizado, posiblemente, era C4. Esto calificaría como un atentado terrorista, según comentó Patrón Reyes. Dos destrozos más fueron confirmados en la carretera.
Los pobladores contactados confirmaron a Infobae México que, alrededor de las 13:00 horas del 21 de abril, el bloqueo permanecía. El conteo oficial fue de nueve interrupciones hasta el miércoles, entre el Terrero y Aguililla.
“Lo que deberían hacer es poner vigilancia constante en ese tramo, entre la localidad del Aguaje y la localidad del Terrero, pero como con los otros tienen acuerdo, y suponemos que por eso nunca va a pasar nada, solamente mandan elementos hasta Aguililla, pero no están circulando en el tramo carretero para evitar que bloqueen, solo están encerrados”, denunció un entrevistado.
Nuevamente, el 24 de abril pasado, la carretera que conecta Aguililla con Apatzingán amaneció bloqueada por enésima ocasión. Usuarios que transitaban por la vía reportaron que decenas de familias y vehículos estaban detenidos a la altura del Aguaje, ya que en la zona del Terrero había hileras de piedras que impedían el paso.
Menos de 24 horas antes, la ruta había sido recorrida por Franco Coppola, nuncio del Vaticano que ofició misas en Aguililla y el Aguaje en aras de llevar un mensaje de paz y solidaridad. Para ese entonces los efectivos desplegados sumaban cerca de 450.
Alrededor de las 09:30 horas se informó que el paso fue recobrado tras intervenciones de la policía de Michoacán. Por la tarde, los agentes estatales ya presumieron que ejecutaban labores de patrullaje.
Para el padre Gilberto Vergara otro indicio de la permisividad ocurrió el 9 de abril, cuando un helicóptero del Ejército llevó víveres a los agentes destacados en Aguililla, con pleno conocimiento de que no podían hacerlo por tierra, debido a los narcobloqueos. En aquel entonces se vivía una situación tensa con habitantes resguardados y personas encapuchadas a la vista de todos.
“Está bien que les traigan suministros, pero nosotros somos población, fregados nosotros porque no tenemos un helicóptero”, aseveró.
Sin embargo, reconoció el párroco, la flexibilidad también fue de parte de la sociedad. Lo que pasaba en Bonifacio Moreno en algún momento sucedería en Aguililla y no se manifestaron por sus vecinos. Durante años los grupos criminales fueron parte del ambiente y así se integraron.
“Siento que ahora, viendo hacia atrás, nos llega una especie de remordimiento porque aquí en la cabecera también sabíamos lo que pasaba en aquel rumbo, lo vivimos, lo vimos; de alguna manera dijimos, pobres, pero no hicimos nada”, lamentó.
Entre la estrategia y su valor simbólico
Aguililla forma parte del territorio que necesita el CJNG para avanzar hacia el centro de Michoacán, pero también se trata del sitio que vio nacer al líder de la tercera fuerza criminal más peligrosa del mundo, según la Administración del Control de Drogas (DEA).
De acuerdo con David Saucedo, el cártel emprendió una expansión desde hace cuatro años hacia Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Oaxaca y Veracruz por instrucciones del Mencho.
Por un lado, la situación en Michoacán puede explicarse a través de la disputa entre el Cártel de Sinaloa contra el CJNG, pues los dirigidos por Ismael Zambada García, el Mayo, han establecido lazos de apoyo hacia quienes son rivales de sus enemigos. De ahí que la agrupación de facciones michoacanas pueden recibir hombres y armas de los sinaloenses.
Pero en términos prácticos, Aguililla es clave para que las huestes de Nemesio Oseguera Cervantes avancen hacia el resto de Michoacán. En las últimas dos décadas, el municipio ha estado bajo el asedio de diversos grupos, desde la Familia Michoacana, Caballeros Templarios y actualmente, grupos que conforman a Cárteles Unidos como Los Viagras o Los Revueltas.
A diferencia de otros años, Aguililla fue convertida en una frontera del perímetro criminal. Si el CJNG controla esta demarcación, pondrá en riesgo las actividades ilícitas y el negocio de Cárteles Unidos, quienes tienen narcolaboratorios al interior de Michoacán y desde donde operan el resto de su economía.
Uno de los habitantes confirmó que anteriormente, la demarcación era utilizada para establecer centros de producción de narcóticos, así como en Buena Vista y Dos Aguas; pero ante el ataque permanente de estos meses, eso ha sido imposible porque Cárteles Unidos no tienen margen de tiempo ni tranquilidad.
“El CJNG no podría dejar al municipio en la retaguardia, es un tema de táctica militar. Si ellos siguen avanzando territorio adentro de Michoacán, pero no capturan Aguililla, van a tener en su retaguardia a células que van a estar constantemente hostigándolos y frenando su avance”, explicó Saucedo.
De modo que las fuerzas del Mencho están obligadas a eliminar focos de resistencia si lo que quieren es desplegarse, de forma gradual, en todo el estado.
En respuesta, Cárteles Unidos ha hecho de Aguililla la madre de todas las batallas, a decir de Saucedo, pues comprendieron que hasta ahí frenarían el avance contra el CJNG. Si la guerra se mantiene en este punto, el resto de la infraestructura ilícita de los michoacanos se mantiene a salvo.
En comparación con el CJNG, Cárteles Unidos solo tiene Michoacán, de ahí que serán aguerridos en la defensa de su bastión. El cártel de las cuatro letras, en cambio, está en 24 de 32 estados del país, de acuerdo con datos de la DEA y de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Pero Cárteles Unidos puede reabastecerse rápidamente con hombres y armas, mientras que el CJNG debe hacerlo desde la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco. De esa manera, las bajas del lado de Oseguera Cervantes tardan un poco más en reemplazarse, pero los michoacanos están en su territorio y vuelven rápido al campo de batalla.
Presuntamente, la disputa también es por el acceso al Puerto de Lázaro Cárdenas, a donde podrían llegar precursores químicos desde China para la síntesis de fentanilo y crystal.
Sin embargo, en términos simbólicos, Aguililla también es el municipio donde nació, vivió su infancia y creció Nemesio Oseguera Cervantes. De tal manera que está el componente del arraigo y orgullo, dada la frustración que resulta dominar áreas ajenas a la cuna del líder.
El Mencho contra el Abuelo
Otra explicación para la guerra, a decir de los pobladores, es que dos años atrás, Juan José Álvarez Farías, el Abuelo, robó una avioneta con un cargamento de cocaína al Mencho. Además, que Los Revueltas trabajaban para el jefe del CJNG, pero terminaron por traicionarlo.
El Abuelo es un viejo cacique delincuencial que se ha alineado al grupo preponderante en turno desde Tepalcatepec, Sahuayo, Jiquilpan y Aguililla. Al menos desde finales de 1990 estuvo en las filas de Armando Valencia Cornelio, el Maradona, fundador del Cártel del Milenio.
Después se acomodó con la Familia Michoacana y mantuvo sus lazos con los Caballeros Templarios hasta que en 2013 se unió al movimiento de autodefensas, donde supuestamente opera como narcotraficante. A través de los años legitimó una fortuna aparentemente legal con negocios en el ramo ganadero, lácteos e inversiones en hoteles, según informes de 2014.
Ya como autodefensa, el Abuelo habría permitido la intromisión del CJNG en el movimiento, en particular en el municipio de Los Reyes. Pero su ruptura con el Mencho se acentuó tras el intento de asesinato de un narco de bajo perfil con el que Álvarez Farías estaba aliado: Miguel Ángel Gallegos Godoy, el Migueladas.
Entonces, el Abuelo cerró Tepalcatepec y le clausuró a sus ex socios jaliscienses la entrada a Apatzingán, Buenavista, Peribán y Uruapan. En agosto de 2019, el cártel de las cuatro letras grabó un video en que declaraba la guerra al presunto autodefensa. En 2013, el Mencho habría planteado a Álvarez Farías una alianza en contra de los Templarios, pero esto fue rechazado, años después se recuperó el entendimiento y volvió a fracturarse.
Visita del nuncio e incertidumbre
El secretario de Seguridad acudió al municipio el pasado lunes, pero solo llegó a la entrada y de ahí regresó con una comitiva de medios. Mientras que en el salón parroquial estaban sesionando representantes de una mesa de diálogo, que empezaron a elaborar un pliego petitorio.
Funcionarios michoacanos ya estaban al tanto de que su visita era aguardada cuando fue Patrón Reyes y, pese a que el gobernador prometió volver, no dijo para cuándo.
“Necesitamos lo sencillo, no estamos pidiendo que nos resuelvan la vida. Estamos pidiendo que nos ayuden a recobrar los derechos que nos han arrebatado, derecho a libre tránsito, que no nos abandonen, que restauren la gobernabilidad, que nos ayuden a recobrar la confianza en el Estado”, suplicó el padre Gilberto.
Si bien el arribo del nuncio, el pasado viernes, fue un abrazo de consuelo, los habitantes de Aguililla esperan que las autoridades atiendan sus peticiones y se acerquen, porque ellos no pueden salir con seguridad para manifestarse más allá.
“Nosotros como pueblo no nos importan las diferencias que tengan qué superar, los protocolos, a nosotros lo que nos importa es que nos devuelvan los derechos que nos han sido arrebatados”.
“Mientras ellos, [gobierno local y federal], no se ponen de acuerdo y dicen tú, yo, como echándose la bolita, nosotros estamos cada vez más ahorcados”, sentenció el cura.
Franco Coppola habrá de entregar a las autoridades federales el documento elaborado por representantes de las tenencias, la parroquia, sectores productivos y el resto de la comunidad.
“Donde se implanta y florece la mafia es donde el estado no está”, aseveró.
Agregó que el deber de la Iglesia es estar del lado de su pueblo y actuar constantemente para no dejar espacio al crimen organizado. Advirtió que esta situación de violencia es resultado de años de abandono y no solo es Michoacán, sino todo el país. Mientras ocurría la ceremonia en Aguililla, a 80 kilómetros de ahí, en Pueblo Viejo, Buena Vista, se reportó una balacera entre grupos criminales.
Entre la espada y la pared
Arturo ya habló con su familia y tan pronto sea seguro circular hacia Apatzingán, saldrán de Aguililla ante el asedio de los grupos criminales. Probablemente otros sigan su ejemplo.
El cura de Aguililla tiene certeza del proceso de éxodo en la zona, pues él firma cartas de recomendación para familias que pretenden pedir asilo político. Tan solo una tarde de la última semana atendió a cinco familias.
También ha visto mudanzas más recurrentes y ha sabido que aquellos que viven en EEUU y otras zonas de Michoacán como Morelia, decidieron sacar a padres y abuelos de la cabecera, porque su situación de vulnerabilidad requeriría alguna atención emergente que no podría darse por narcobloqueos.
Luis dijo que en ese municipio están sus amigos de la infancia y toda su vida ha tenido que acostumbrarse a que los grupos delictivos se paseen a la vista de todos, sin que el gobierno resuelva, al contrario. En las últimas dos semanas solo ve posible que el pueblo alce la voz, se manifieste y sus exigencias lleguen hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero tampoco pone sus esperanzas en eso.
“Va a volver a suceder lo mismo, día con día, nosotros ya sabemos, tenemos años con lo mismo y unos seis meses que de plano se complicó la cosa. Es una burla lo que hace el gobierno con el pueblo”, lamentó.
Tras la visita del gobernador, Silvano Aureoles el pasado 13 de abril, algunos manifestantes en Aguililla temieron por sus vidas, debido a que el político acusó que la protesta no era legítima y fue atizada por halcones, entre ellos el profesor Fernando Padilla Vázquez, quien solo exigía seguridad.
“¿Usted cree que un señor va a ser halcón del CJNG y va a estar viviendo en Aguililla, un pueblo que está controlado por el rival? No tendría lógica que usted, en su casa, tenga viviendo al enemigo, como que no cuadra, ya lo hubieran asesinado al señor”, argumentó uno de los habitantes.
Al día siguiente de que el gobernador empujara al maestro, en un acto de intolerancia y represión, los habitantes tomaron el Palacio Municipal. Esperan ejercer toda la presión que está en sus manos, aunque sea como último recurso.
A la par, Cárteles Unidos y el CJNG harán uso de su base social de apoyo, consideró David Saucedo, la cual construyen al repartir despensas o pavimentar calles. Ambos grupos buscarán a los medios de comunicación y contarán una historia que favorecerá a una de las dos facciones, ya sea por amenaza, complicidad o miedo, los habitantes se verán obligados a participar, pues están entre la espada y la pared.
En su estrategia de propaganda de guerra seguirán videos filtrados a la prensa, mensajes en Facebook, YouTube, Twitter o TikTok, aseguró el analista. Unos dirán que resisten a la amenaza de rivales externos y los otros, que acabarán con la violencia e inseguridad que el cártel local ha empleado por años.
Los dos apelarán a la pax narca en una guerra de los malos contra los peores y, en medio, seguirán los habitantes de Aguililla. La gran interrogante es cuánto tiempo más se quedarán los policías antes de abandonar el poblado para que el crimen recupere la zona, como ha pasado en otras ocasiones.
Con información de Infobae periodista Antonio San Juan