El Banco de México (Banxico) no siempre ha entregado remanente de operación al gobierno federal, cuando obtiene utilidades en el balance de su ejercicio anual.
La ganancia cambiaria que reportó en el 2011 por 107 mil 507 millones de pesos se quedó en el balance del Banco Central para reconstituir la reserva de revaluación de activos, cuando era gobernador, Agustín Carstens.
Por lo tanto, no se originó remanente de operación que tuviera que ser distribuido al gobierno federal en el 2012.
Incluso en el dictamen del auditor externo, se menciona que la decisión de la reconstitución de la reserva, no fue acordada con la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cuando era su titular, Luis Videgaray Caso.
El remanente de operación de los dos años anteriores también fue de cero.
Para el ejercicio del 2013, tampoco hubo remanente. Sin embargo, en los ejercicios siguientes Banxico sí entregó remanente del ejercicio del 2014 compartió de sus ganancias con el gobierno federal 31 mil 449 millones de pesos.
Para el ejercicio del 2015 el remanente fue de 239 mil 94 millones de pesos. El más jugoso fue el del ejercicio del 2015 y que fue entregado en abril del 2016 por 321 mil 653 millones de pesos.
Sin embargo, el gobierno federal ya no puede disponer de esos ingresos extraordinarios de manera discrecional, ya que entró en vigor la reforma a la Ley Federal de
Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH).
Antes de esa modificación, la SHCP utilizaba dichos recursos no recurrentes para compensar la caída de ingresos presupuestarios, sobre todo derivados de la venta de petróleo, ante el desplome de los petroprecios en los mercados internacionales.
Con ello se evitaban recortes más drásticos del gasto público.
Pero a partir de la reforma a la LFRH, el remanente se utiliza para reducir la deuda y mejorar la posición financiera del sector público.
Se debe utilizar cuando menos el 70% para amortizar deuda pública del gobierno federal contratada en años anteriores o para reducir el monto de financiamiento necesario para cubrir el déficit presupuestario.
Un rubro en el que se podría destinar el remanente que se analizó en ese entonces, fue para capitalizar a Petróleos Mexicanos (Pemex).