La sección italiana de la organización medioambiental WWF alertó hoy de que el cambio climático está convirtiendo el Mediterráneo en un mar tropical y que casi 1,000 especies exóticas se han adaptado a vivir en las aguas del este mar reemplazando a las especies endémicas.
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, WWF publicó un informe que muestra cómo el cambio climático ya ha transformado, a veces de forma irreversible, algunos de los ecosistemas marinos más importantes del Mediterráneo, con consecuencias para sectores económicos como la pesca y el turismo, y causado cambios en nuestro consumo de pescado.
“Se necesitan acciones urgentes para mitigar aún más las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a la nueva realidad de un mar que se calienta”, apuntaron.
El estudio señala que con el aumento de las temperaturas un 20 % más rápido que la media mundial y el aumento del nivel del mar -se prevé que superará el metro para 2100- el Mediterráneo se está convirtiendo en el mar más salado y de calentamiento más rápido de nuestro planeta.
“Los escenarios diseñados por los expertos sobre el futuro del Mediterráneo, que hablan de la aceleración del aumento de las temperaturas y la entrada de numerosas especies exóticas, el Mare Nostrum corre el riesgo de cambiar de rostro muy rápidamente con consecuencias inevitables para las comunidades. Ahora más que nunca es necesario centrarse en la superficie marina protegida, al menos un 30 % para 2030”, afirmó en una nota la presidenta de WWW Italia, Donatella Bianchi.
Para la directora marítima de WWF Italia, Giulia Prato, “el Mediterráneo de hoy ya no es lo que era. Su tropicalización ya está avanzada. El cambio climático no es un problema del futuro, es una realidad que científicos, pescadores, buceadores, comunidades costeras y turistas ya están experimentando hoy”.
El informe cita como ejemplos que los moluscos nativos han disminuido en casi un 90 % en las aguas israelíes, las especies invasoras como el pez conejo representan el 80 % de las capturas de peces en Turquía, y las especies del sur como las barracudas y los meros pardos se han convertido en observaciones comunes en las aguas del norte de Liguria (Italia).
Asimismo, las tormentas y temperaturas más altas también están transformando las profundidades de las aguas profundas y los bosques endémicos de “posidonia”, “gorgonias” y “Pinna nobilis” han disminuido en toda la región, y se han extinguido por completo en algunas áreas, como en el Mediterráneo español.
“La pérdida de estas especies tendría un impacto dramático en todo el ecosistema marino, ya que proporcionan hábitats vitales para muchas especies, producen beneficios en la lucha contra el cambio climático, ya que algunas de ellas funcionan como sumideros naturales de carbono y también para nuestra economía, ya que a menudo atraen buceadores y turistas”, asegura WWF.