Una vez que pasaron las elecciones, Morena se olvidó de su promesa de entregar el 50 por ciento de su financiamiento público para la compra de vacunas.
De los 800 millones de pesos de gasto ordinario que se comprometió a devolver a la Tesorería en el 2021, apenas ha regresado -hasta mayo- 50 millones de pesos.
Una de las estrategias de campaña de los morenistas fue pregonar que, en comparaciones con otros partidos, ellos eran sensibles a la situación por la que atravesaba el País, por lo que donarían sus prerrogativas para la vacunación.
“En Morena sabemos que la salud del pueblo es primero, por eso donaremos la mitad de nuestro presupuesto para comprar más vacunas y que sigan llegando de forma gratuita a todo el pueblo de México”, alardearon en sus promocionales para atraer más votos.