Los Juegos Olímpicos de Tokio permitirán que algunos hinchas locales asistan a los eventos cuando comiencen las competiciones en poco más de un mes, según dijeron el lunes los miembros del comité organizador y el Comité Olímpico Internacional.
Los organizadores fijaron un límite del 50% de aforo de los recintos, hasta un máximo de 10.000 personas, para todas las sedes olímpicas.
La decisión se anunció tras las reuniones virtuales entre organizadores locales, el COI, el Comité Paralímpico Internacional, el gobierno japonés y el gobierno de la zona metropolitana de Tokio.
La decisión contradice las recomendaciones del principal asesor médico del país, el doctor Shigeru Omi, que la semana pasada dijo que la forma más segura de celebrar los Juegos sería sin público. Antes había descrito como “anomalía” la celebración de los Juegos durante una pandemia.
Está previsto que los Juegos Olímpicos de Tokio comiencen el 23 de julio.
Los hinchas extranjeros se prohibieron hace varios meses. Los aficionados locales estarán sometidos a estrictas normas. No se les permitirá animar, deben llevar mascarilla y tendrán que volver directamente a su casa tras los eventos.
Los organizadores dicen que hay entre 3,6 y 3,7 millones de boletos en manos de residentes japoneses.
Tener público en las sedes olímpicas supone un riesgo de aumentar los contagios de COVID-19, no sólo en los recintos, ya que supone más circulación de personas en trenes de pasajeros, restaurantes y otros espacios públicos.
Tokio y otras zonas están bajo un estado de “casi emergencia” hasta el 11 de julio. Esto sustituyó a un estado de emergencia más estricto que estuvo en vigencia hasta el fin de semana pasado. Las nuevas normas permitirán a los restaurantes servir alcohol durante un horario limitado.
La tasa media de nuevos contagios en una semana en Tokio es de unos 400 diarios. La curva ha frenado, pero las autoridades sanitarias temen que los Juegos y la expansión de nuevas variantes vuelvan a dispararla.
En torno al 6,5% de los japoneses está completamente vacunado y el 16,5% ha recibido al menos una inyección, según cifras de la oficina del primer ministro. Más de 14.000 muertes en Japón se han atribuido al COVID-19.