Depender de la exportación de productos básicos, sobre todo si se trata de uno solo, como Venezuela del petróleo, puede traer problemas. Para evitarlo, se deben desarrollar sus capacidades tecnológicas, según un informe de la ONU que pone como modelo a Costa Rica, informa EFE.
Un estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD), presentado por el experto, Janvier Nkurunziza, explica la trayectoria modelo de Costa Rica que hasta los años 80 dependía de la exportación de alimentos y ahora, sin embargo, vende tecnología.
Asimismo. El informe destaca que ha sido posible gracias a “un entorno político que apoya la tecnología, la innovación y el capital humano necesarios”.
El peligro del petróleo
El experto subraya que si solo se exporta petróleo, se puede complicar más la situación, cuyo ejemplo sería Venezuela, mientras que Brasil diversifica más sus materias primas.
Países del sureste asiático, como Indonesia, consiguieron reducir el papel del petróleo en sus exportaciones, o el de Malasia que pasó de vender aceite de palma y caucho a destacar por sus manufacturas.
No pasó lo mismo en Zambia, donde el cobre representa un 80% de sus exportaciones desde hace seis décadas.
Para dificultar aún más las cosas, la pandemia hizo que aumentaran los precios de muchas materias primas, lo que puede disuadir de emprender una transformación tecnológica.
China, la India, México, Turquía o Vietnam son países aún en desarrollo pero que ya no dependen de las materias primas para crecer, gracias en parte a un aceptable nivel tecnológico en sectores con futuro como la inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas o la cadena de bloques.
Materias primas con potencial para el desarrollo interno
El informe subraya que para fomentar el desarrollo tecnológico en estos países exportadores de materias primas es necesario un papel activo de sus Gobiernos, con el fin de resolver problemas estructurales, las limitadas infraestructuras o la falta de fondos para investigar.
Nkurunziza se refiere a una mejora de las infraestructuras, como las conexiones rápidas de internet, cambios legales para fomentar la innovación, y creación de instituciones de investigación.