El Gobierno de Estados Unidos quiere comenzar a administrar una tercera dosis de la vacuna contra COVID-19 a partir del 20 de septiembre para aquellas personas que hayan recibido la segunda inyección ocho meses antes.
Así lo anunció el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) en un comunicado conjunto con los principales expertos médicos del Ejecutivo.
Antes de iniciar este proceso, la tercera dosis de las vacunas de Pfizer y de Moderna deberá recibir el visto bueno de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés), la agencia encargada de aprobar los sueros, y de un comité científico de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
El Gobierno explicó que ha tomado esta decisión tras concluir que la efectividad de las vacunas disminuye con el paso del tiempo después de recibir las primeras dosis.
Los primeros en recibir la tercera inyección serán las personas que primero fueron vacunadas en EE.UU., es decir, los profesionales sanitarios y las personas mayores que viven en residencias de ancianos.
Las autoridades de EE.UU. también anticiparon que es posible que necesiten recibir una dosis adicional aquellas personas que han recibido la vacuna de Johnson & Johnson (J&J), que es monodosis.
Actualmente hay tres vacunas con autorización de uso de emergencia en EE.UU.: las de Pfizer y Moderna, que requieren de dos dosis, y la de monodosis de J&J.
Las de Pfizer y Moderna emplean tecnología de ARN mensajero, que es una especie de código que la vacuna entrega a las células. Dicho código sirve como un manual de instrucciones para que el sistema inmune del vacunado aprenda a reconocer el coronavirus y lo ataque.
Sueros como el de J&J utilizan un adenovirus, que es un virus “desactivado” que manda instrucciones al cuerpo de la persona vacunada para combatir el COVID-19.
información de López-Dóriga Digital