Houston, Texas, está viviendo una situación de alerta ante la tercera ola de COVID-19, pues están saturando los hospitales. En el condado de Harris, donde se ubica la ciudad de Houston, se reportaron en las últimas 24 horas 3 mil 357 nuevos contagios.
Él es Erik, hijo de inmigrantes mexicanos, tiene cuatro años de edad, nació en Houston, Texas; y este lunes fue a la escuela por primera vez en su vida.
Él, junto con los más de 895 mil 166 estudiantes que acuden a las mil 107 escuelas públicas en el condado; regresaron a clases presenciales después de más de año y medio de pandemia.
Menos de un tercio de los niños de más de 12 años se han vacunado contra el COVID-19 y, el índice de vacunación en Texas, de adultos, es menor al 48 por ciento.
Convirtiendo así, a cientos de miles de pequeños, como Erick y sus compañeritos, en el sector demográfico más vulnerable en este momento de la pandemia.
“El número de casos de COVID-19 en niños, en el estado de Texas ha aumentado. Es una situación más que caótica. Por primera vez en la historia de los hospitales pediátricos en Houston, no hay camas. Hemos tenido que volar a pacientes de Houston, a otras ciudades para ofrecerles una cama”, informó Joseph Varon, del Medical Center en Houston.
Y lo que indica este doctor mexicano, que lleva más de 500 días casi ininterrumpidos en las trincheras del Covid, se confirma a las afueras de los hospitales en todo Texas, donde literalmente hay filas de ambulancias esperando hasta tres horas sin poder entregar a sus pacientes.
“Es peor de lo que fue el año pasado. Yo sé que la gente piensa que vamos mejorando, pero realmente las condiciones son malas”, aseguró Joseph Varon, del Medical Center en Houston.
“Estamos viendo 1,200 llamadas al día de emergencia. Lo que está pasando es que las llamadas y las hospitalizaciones están causando y poniendo una presión significativa en el sistema de emergencia, y en el sistema médico”, afirmó Samuel Peña, jefe de Bomberos de Houston.
“La gente está cansada, estamos trabajando día y noche. Yo llevo 523 días de trabajo en mi unidad Covid, de los cuales he tomado cuatro días de descanso, entre comillas. Esto es mucho trabajo, la gente está cansada. Las enfermeras ya no quieren trabajar. Los médicos ni por equivocación quieren trabajar”, finalizó Joseph Varon, del Medical Center en Houston.