Para el escritor Enrique Krauze, señalado por ser el artífice de la Operación Berlín creada para desprestigiar a Andrés Manuel López Obrador cuando era candidato presidencial, entre 2017 y 2018, “es indigno e injusto” que el presidente use sus conferencias de prensa mañaneras para “insultar y atacar” a sus opositores.
Tras la presentación de su libro “Crítica al poder presidencial 1982-2021”, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el ensayista, autor de más de 20 libros a sus 74 años, fue cuestionado en redes sociales.
Según Krauze, “nunca habían pasado estos ataques desde el púlpito presidencial”, sin mencionar la denuncia contra la revista Proceso por Martha Sahagún en el sexenio de Vicente Fox y la carente publicidad al semanario ordenada desde su silla presidencial.
“La palabra del presidente tiene un peso inmenso. Es una injusticia, una asimetría, es indigno de la presidencia de México que el presidente, con todo el poder que tiene, utilice el púlpito presidencial para insultar, calumniar o atacar a sus críticos”, señaló en su discurso.
Tras citar al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Barros Sierra, que defendió a los universitarios en el movimiento estudiantil de 1968, con su famosa frase: “¡Viva la discrepancia!”, Krauze le dio la bienvenida al debate, a la disidencia, pero consideró que es indigno si proviene del presidente de México.
Después consideró que el periodismo mexicano es acosado y muchos “mueren”–aunque son asesinados– por ejercer su profesión, por lo que consideró indignante que el presidente, con todo el poder que tiene, difame a periodistas, académicos e intelectuales con nombre y apellidos.
¿A quién critica en su libro?
Krauze hizo la radiografía de ocho expresidentes. A José López Portillo, el que hizo famosa la frase de defender al peso “como un perro”, lo calificó de “frívolo e irresponsable”.
A Miguel de la Madrid Hurtado, aquél que en 2009 acusó a su sucesor Carlos Salinas de Gortari de haberse “robado al menos la mitad de la partida secreta de la presidencia” y luego se desdijo, lo llamó “cobarde”, y al mismo Salinas de Gortari, quien ganó la presidencia gracias a la caída del sistema electoral en 1988, lo tildó de “maquiavélico”.
A Ernesto Zedillo le recordó “el error de diciembre”, caracterizada por la devaluación del peso, salida de capitales del país, merma de las reservas internacionales, quiebra de bancos, caída del Producto Interno Bruto (PIB) y la pérdida de empleos.
De Fox dijo que “dejó pasar la oportunidad de hacer cambios de fondo en la política”. A Felipe Calderón lo acusó de dar “palos de ciego” en su lucha contra el narcotráfico y a Enrique Peña Nieto, le vio “como sello característico la corrupción y hechos como la Casa Blanca y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa”.
No dejó pasar la oportunidad para señalar que ninguno de los expresidentes “concentró tanto poder como Andrés Manuel López Obrador”, actual presidente de México y esto, añadió, se agrava cuanto se suman otros personajes a quien también el presidente ha atacado como medios de comunicación, académicos, científicos, entre otros.
Según Krauze, soñó con una izquierda democrática liberal que promoviera la política social del reparto en efectivo porque fue idea de Gabriel Zaid en 2973, pero no de manera clientelar de dar dinero a cambio de obediencia política.