Algunos hijos de los tres narcotraficantes más combatidos en las últimas dos décadas siguieron el negocio en el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como dinastía dedicada al envío de drogas, de ahí que fueron ubicados por Estados Unidos como objetivos criminales para ser procesados por la justicia.
Ismael Zambada García, el Mayo, y Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, líderes del también conocido como Cártel del Pacífico, heredaron el crimen a sus vástagos, quienes crecieron envueltos en lujos de ganancias ilegales, pero también resultaron víctimas de disputas contra otros grupos delincuenciales.
Ambos tuvieron múltiples parejas a lo largo de su vida y, aunque el Chapo Guzmán ya está preso, sus hijos, los Chapitos, siguen traficando narcóticos. Mientras que el Mayo Zambada nunca ha pisado la cárcel en cuatro décadas de carrera criminal, está al frente del Cártel de Sinaloa y aún puede designar a quiénes le sucedan si muere en libertad a sus 74 años.
Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, también es buscado tras consolidarse de la mano de sus cuñados al frente del CJNG. Pero dos de sus herederos ya están en la cárcel en EEUU y su esposa, Rosalinda González Valencia, enfrenta delitos en México tras ser recapturada el pasado 15 de noviembre en Zapopan, Jalisco, bastión del cártel.
Solamente están libres su hija menor y un hijastro, de quienes se ha conocido como parte del núcleo familiar del también llamado Señor de los gallos. A sus 55 de edad no se sabe si tuvo otras esposas o procreó más hijos.
Los hijos de Ismael Zambada García
Informes oficiales señalan que el Mayo Zambada ha tenido al menos 10 hijos con cuatro parejas: Rosario Niebla, Margarita Imperial, Leticia Ortiz y Norma Sicairos. De ello habrían derivado 15 nietos y dos bisnietos.
Aunque el capo no ha pisado la cárcel, su primer hijo varón, Jesús Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, comenzó laborando para heredar el narcoimperio, pero por su familia acordó salirse de ese mundo y entregarse para cooperar con las autoridades, traicionando en parte al Cártel de Sinaloa.
Es el único hombre de cinco hijos que Zambada García tuvo con su primera esposa, Rosario Niebla Cardoza. Fue detenido el 18 de marzo de 2009 en el fraccionamiento Lomas del Pedregal, alcaldía de Tlalpan de la Ciudad de México, según el Ejército.
El Vicentillo ha confesado que horas antes de su arresto se reunió con agentes de la Administración del Control de Drogas (DEA), con quienes se había puesto en contacto para otorgar información de enemigos a cambio de protección para él, su esposa y sus dos hijos.
Fue extraditado en 2010 y se declaró culpable el 3 de abril de 2013. Ya en EEUU dio datos sobre sus acciones ilegales, las de su padre y el resto de operadores. También testificó contra el Chapo Guzmán, cuatro meses antes de que fuera condenado a 15 años de cárcel en Chicago en mayo de 2019, cuando ya llevaba una década arrestado.
Dijo que su padre es miembro del Cártel de Sinaloa desde 1970 y añadió sobornos millonarios que realizó para altos funcionarios mexicanos en Seguridad y el Ejército. Formalmente quedaría libre en 2024, pero se ha informado que ya está fuera de prisión tras declarar en contra de su compadre, Guzmán Loera.
En mayo de 2007 la esposa del Mayo, Niebla Cardoza, fue designada por el Departamento del Tesoro como participante en empresas que lavaron dinero para el líder del Cártel de Sinaloa. Ahí también fueron incluidas sus cuatro hijas: María Teresa, Midiam Patricia, Mónica del Rosario y Modesta. Las dos primeras fueron mencionadas nuevamente por la misma dependencia en 2010.
Ismael Zambada Imperial, el Mayito Gordo, quedó asegurado en Culiacán, Sinaloa, en noviembre de 2014. El hijo procreado con Margarita Imperial estuvo rastreado luego de sus publicaciones en redes sociales, donde presumía su estilo de vida y conexiones con el poder político.
Luego fue trasladado a la Ciudad de México y en el centro del país enfrentó procesos judiciales que buscaban impedir su extradición a San Diego, California, algo que se concretó en diciembre de 2019.
Finalmente se declaró culpable por narcotráfico el 30 de abril del 2021 y acordó perder 5 millones de dólares. La audiencia de su condena está programada para el 29 de abril de 2022 a las 14:00 horas (tiempo local) ante la jueza Dana M. Sabraw.
Serafín Zambada Ortiz, el Sera, es uno de los más jóvenes del clan y derivó de la relación del Mayo Zambada con Leticia Ortiz. Las autoridades lo arrestaron con su esposa Yameli Torres el 22 de noviembre de 2013 en la garita internacional que conforma el cruce de Sonora con Nogales, Arizona.
La pareja intentaba ingresar a Estados Unidos, pero fueron identificados. Ya en el Distrito Sur de California declaró en contra de la vida lujosa que se le atribuía, junto con su madre. Explicó que la narcoguerra desatada contra los Arellano Félix le afectó desde los dos años, cuando estalló una bomba a donde se celebraba su fiesta de cumpleaños.
Añadió que la disputa no tenía sentido y que muchas familias fueron destruidas desde 1992 al 2000, por ello calificó su situación como una jaula de oro, condenado al ambiente criminal en que había crecido.
También se declaró culpable en septiembre de 2014 por tráfico de drogas y cedió 250 mil dólares, que derivaron de ese negocio ilícito. Obtuvo una pena menor de cinco años y medio en 2018, pero quedó libre en septiembre de ese año, sin cumplir su condena completa y solamente pagar 58 meses.
El gobierno norteamericano justificó que el nacido en San Diego mantuvo buena conducta y por su juventud tenía poca experiencia de lo que hacía. Además, entre sus propósitos se fijó estudiar Agronomía y cartas enviadas por sus familiares pidieron que se le otorgara una segunda oportunidad.
Ismael Zambada Sicairos, conocido como el Mayito Flaco y/o Caballero, es el único hijo del líder del Cártel de Sinaloa que sigue prófugo. Está implicado en investigaciones contra su padre y hermanos en el mismo tribunal del Distrito Sur de California desde 2013. Actualmente tendría 37 años.
Los Chapitos
Pese a que dos de los hijos del Chapo Guzmán fueron asegurados por autoridades mexicanas, actualmente ninguno de sus vástagos está en prisión, pero EEUU sí ofrece 20 millones de dólares que lleve al arresto de cuatro de ellos, conocidos como los Chapitos.
Aunque tuvo numerosas parejas, sus hijos conocidos suman 11 con María Alejandrina Salazar Hernández, Griselda López Pérez y Emma Coronel Aispuro, la única de ellas que está detenida y condenada a tres años de cárcel tras su arresto en Dulles-Washington en febrero pasado.
Con su primera esposa, Salazar Hernández, el narcotraficante tuvo a: César, Iván Archivaldo, Alejandrina Giselle, Jesús Alfredo y Claudete Ilene.
Mientras que con la segunda mujer, López Pérez, también identificada como Silvia Escoto Muñoz, procreó a Joaquín, Édgar, Ovidio y Grisel Guadalupe. Y luego de casarse con la joven Emma Coronel de 18 años en 2007, sus gemelas Emali Guadalupe y María Joaquina nacieron en Los Angeles en 2011.
Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el Chapito, fue detenido por lavado de dinero en Zapopan en 2005. Estuvo recluido en el penal de Puente Grande hasta 2008, de donde escapó su padre cuatro años antes. Quedó en libertad por falta de evidencias y ronda los 38 años de edad.
Junto con su hermano Jesús Alfredo, el Alfredillo, brindó asistencia al Chapo Guzmán en el narcotráfico durante Centro y Sudamérica, según el Departamento de Estado de EEUU. Así aprendieron del negocio criminal y la logística, pues distribuyeron a clientes mayoristas y recolectaron las ganancias.
Aunado a ello, se han encargado de obtener armas, sobornar a funcionarios públicos corruptos, participar en actos de violencia y amenazas, así como en el secuestro de agentes de Seguridad, narcotraficantes rivales e, inclusive, operadores de su misma facción delincuencial. Todo, en aras de proteger al ala del Cártel de Sinaloa que comandan.
El Alfredillo fue el primero de los hijos del Chapo Guzmán en ser acusado, pues el 6 de agosto de 2009 se le denunció en el Distrito Norte de Illinois, Chicago, junto con otros cómplices. En 2016 le volvieron a fincar cargos en el mismo tribunal. Mientras que el Chapito fue imputado en esa corte en julio de 2014.
Ambos fueron secuestrados por un comando de enemigos el 15 de agosto de 2016, mientras celebraban el cumpleaños del Chapito en un restaurante bar en Puerto Vallarta, Jalisco. Aún cuando tenían escoltas sufrieron el ataque junto con cuatro personas, presuntamente por órdenes del CJNG.
Al menos estuvieron privados de la libertad durante cinco días y se presume que el Mayo Zambada habría negociado para que los dejaran en libertad, junto con su primo José Manuel Díaz Burgos. El Chapo Guzmán se enteró mientras estaba encerrado en el penal del Altiplano, Estado de México, y no quiso interponer una denuncia.
Pero el heredero que más ha sufrido por su nexo con el Cártel de Sinaloa fue Édgar Guzmán López, ejecutado por sicarios bajo las órdenes de su padre en mayo de 2008 en Culiacán. Supuestamente fue confundido como enemigo de los Beltrán Leyva y le dispararon mientras se encontraba en un centro comercial. Los sicarios implicados fueron castigados con la muerte.
Ese hijo del Chapo Guzmán ganó suficientes recursos para que sus hermanos, Ovidio y Joaquín Guzmán López, invirtieran grandes cantidades de dinero en efectivo y compraran marihuana en México y cocaína en Colombia.
Una de sus incursiones novedosas fue exportar efedrina de contrabando desde Argentina, cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina. Actualmente el Ratón y el Güero Moreno supervisan 11 narcolaboratorios en Sinaloa que fabrican de 3 mil a 5 mil libras de la droga sintética cada mes.
El 2 de abril de 2018, los dos quedaron acusados por un gran jurado del Distrito de Columbia por un cargo por violar las secciones 959 (a), 960 y 963, referentes a la conspiración para distribuir más de 5 kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y 1,000 kilogramos de marihuana.
Después se emitió una orden de arresto con fines de extradición contra Ovidio Guzmán López por parte del gobierno estadounidense, la cual buscaron cumplimentar autoridades mexicanas en un fallido operativo el 17 de octubre de 2019.
El caso culminó en un caos en la capital de Sinaloa y el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó que se dejara libre al hijo del Chapo Guzmán en el llamado Culiacanazo.
Según informes del Ejército, el saldo oficial fue de 8 muertos y 16 heridos, entre agentes o civiles, así como supuestos delincuentes; además de 49 reos evadidos del Penal de Aguaruto.
El mandatario mexicano justificó su decisión al poner en la balanza las amenazas de asesinatos contra familias de militares y el resto de habitantes. López Obrador ha asegurado que se evitó un baño de sangre aquel jueves negro.
Según informes de la Fiscalía General de la República (FGR), los Chapitos cuentan al menos con un grupo de 5 mil hombres armados en Sinaloa, así como en el Poniente de Sonora y el resto de entidades donde operan, entre ellos Nayarit, Chihuahua, Baja California y Baja California Sur.
Los herederos del Mencho
A diferencia de sus rivales del Cártel de Sinaloa, se sabe que el Mencho solo tuvo dos hijas y un hijo con Rosalinda González Valencia, familiar de los Cuinis que derivaron del Cártel del Milenio y consolidaron al ex policía como líder del CJNG.
Rubén Oseguera González, el Menchito, nació en San Francisco, California, en 1990 y cumplirá los 32 años el próximo 14 de febrero de 2022. A sus dos años, su padre fue detenido por segunda vez por cargos de narcotráfico junto con su tío. Al Mencho lo devolvieron a México tras su liberación en 1997 y se enroló como agente judicial en Tomatlán, Jalisco.
El Menchito fue detenido en enero de 2014, cuando tenía 24 de edad. Cayó en Zapopan, pero en diciembre de ese año un juez lo dejó libre ante falta de pruebas del Ministerio Público. Todo ello, pese a que llevaba consigo 25 millones de pesos y armas de fuego.
Casi medio año después, en junio de 2015, fue recapturado y acusado de ser operador financiero del CJNG. La FGR lo señaló como alguien que lavaba dinero mediante la compraventa de fincas. Pero él respondió que los inmuebles habían sido donados por su madre y los vendió en seis meses para adquirir vehículos que costaron 7.7 millones de pesos mexicanos.
Para septiembre de 2019 fue enviado a un penal en Hermosillo, Sonora, y en febrero de 2020 lo extraditaron a EEUU para enfrentar dos cargos de narcotráfico en la Corte del Distrito de Columbia. Ahí es donde se le siguen procesos judiciales y aún no ha sido enjuiciado.
Las acusaciones contra el Menchito se reportaron por el Departamento de Justicia en 2018, junto con cargos contra su padre, sus tíos y otros 13 miembros del CJNG. Los delitos que le imputaron en aquel entonces incluyen distribución y envío de drogas a EEUU entre 2007 y 2017.
Jessica Johanna Oseguera González, la Negra, fue arrestada el 26 de febrero de 2020 en Washington DC, mientras acudía a la audiencia de su hermano Rubén. Casi dos semanas antes, el 13 de febrero, se le había acusado formalmente en la misma corte que el Menchito.
La hija mayor decidió declararse culpable el 12 de marzo de 2021 y fue sentenciada hasta el 11 de junio a 30 meses de cárcel, por participar intencionalmente en tratos financieros con cinco empresas vinculadas al CJNG de su padre y que habían sido designadas por el Departamento del Tesoro.
Ella se había casado con Julio Alberto Castillo Rodríguez con quien tuvo un hijo. Este sujeto también ha sido identificado como narcotraficante y aunque fue asegurado en 2013 y 2016, en ambos casos quedó libre y se presume que opera en Puerto Vallarta. La Negra igual nació en California y ronda los 35 años.
Laisha Michelle Oseguera González, la hija menor de Nemesio Oseguera Cervantes y Rosalinda González Valencia nació el 4 de agosto del 2001, según informes de inteligencia obtenidos por Infobae México.
Está como objetivo criminal por la Marina Armada de México (Semar), luego de que habría ordenado el secuestro de un cabo conductor y la segunda Maestre de Infantería, junto con su pareja sentimental, Christian Fernando Gutiérrez Ochoa, de 24 años.
Tanto el chofer y la secretaria se encontraban en el estacionamiento del Wal-Mart de Zapopan, cerca de donde se realizó el arresto de la esposa del Mencho por parte del Ejército la noche del pasado 15 de noviembre. Supuestamente, Laisha Michelle actuó en represalia por la detención de su madre.
La hija del líder del CJNG y su pareja fueron buscados por diversos operativos de la Semar para dar con el paradero de los agentes secuestrados. Cuatro días más tarde, el 19 de noviembre, fueron localizados con vida ambos elementos a más de 200 metros de instalaciones de la Octava Zona Naval a la que estaban adscritos, en Puerto Vallarta.
Aunque los dos se encontraban en la misma zona del arresto de Rosalinda González Valencia, esa noche viajaron con un mando para una reunión convocada por sus superiores, pero se les ordenó no acudir de inmediato y fueron a comprar alimentos.
Solo el jefe se bajo de la unidad, pero al volver no estaban sus compañeros. Gutiérrez Ochoa era el que se encontraba en las inmediaciones del lugar y habría puesto en marcha el secuestro.
Para el 2 de diciembre cayeron tres sujetos en Zapopan tras operativos de la Marina, entre ellos Manuel “N”, señalado de ser el autor intelectual del secuestro de los dos funcionarios militares. El supuesto miembro del CJNG se encontraba a bordo de un vehículo mientras circulaba en las inmediaciones de la calle Playa Blanca Poniente, entre Severo Díaz y Avenida Moctezuma.
Unos tres días antes, Laisha Michelle Oseguera González obtuvo un amparo para evitar ser detenida por cualquier delito que amerite prisión preventiva oficiosa y pagó cinco mil pesos por la protección judicial.
Al Mencho solo le queda libre su hija más pequeña de 20 años y ya es buscada por la Semar. Pero también se ha señalado que un actual operador importante es su hijastro Juan Carlos Valencia González, el R3, el JP y/o el 03.
Este último es considerado sucesor en el liderazgo del CJNG y EEUU ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por datos que lleven a su captura o condena. El Ejército mexicano lo ubica como jefe fundador del Grupo Élite, brazo armado nacido en 2019.
El R3 fue encargado de la disputa en Guanajuato, Zacatecas, Querétaro y Michoacán. Es producto de una relación entre su madre Rosalinda González Valencia y una pareja que ella tuvo mientras trabajaba como indocumentada en los campos agrícolas y haciendo limpieza en California.
Nació en Santa Ana el 12 de septiembre de 1984 y ronda los 37 años. Aunque ya se le involucraba como integrante criminal con sus tíos, los Cuinis, fue incorporado al CJNG con su padrastro y enfrenta cargos de narcotráfico en el Distrito de Columbia desde el 8 de octubre de 2020.
Con todos ellos suman al menos 15 hijos e hijas del Mayo Zambada, Chapo Guzmán y del Mencho como objetivos en los últimos 20 años. Algunos ya pagaron, otros están por cumplir y hay quienes siguen pendientes. Pero a todos les restan familiares y amigos que cayeron en prisión o fueron asesinados por nexos en los principales cárteles mexicanos.
con información de Infobae