Un bebé se encuentra internado en una clínica particular de Ciudad Valles desde la madrugada del 1 de enero, luego de que una ojiva de proyectil de arma de fuego se incrustó en su cabeza.
Fue en la celebración de fin de año, en el municipio de Tanquián de Escobedo, cuando uno de los disparos tirados al aire cayó en la casa rústica donde se encontraba el bebé con sus padres, y para mala fortuna pegó en la cabeza del menor.
Hasta este domingo, el infante se encontraba estable, en el área de trauma pediátrico.
Fuentes oficiales informaron que la ojiva no causó daño cerebral, pero estaba alojada en su cabeza.
Familiares del pequeño compartieron información en redes sociales, pidiendo hacer conciencia sobre la práctica de disparar balazos al aire para una celebración, pues ponen en riesgo la vida de inocentes.