Nathan Chen acababa de batir el récord mundial de puntuación en el programa corto de patinaje artístico, que celebró con un desafiante puño al aire en una rara muestra de emoción, cuando le preguntaron cómo pasará las próximas 48 horas hasta su esperada coronación olímpica.
“Llevo aquí un tiempo. Tengo que lavar algo de ropa, algunas otras cosas que limpiar en mi habitación. Solo tareas ordinarias, en realidad. Nada loco”, respondió el martes el astro estadounidense, de 22 años, encogiéndose de hombro.
La locura, la verdaderamente impresionante, la dejó para el hielo del histórico Pabellón de la Capital de Beijing, sede de los duelos diplomáticos de ping pong de 1971 entre Estados Unidos y China.
China brilló el mismo día que Eillen Gu, la nativa de San Francisco en Estados Unidos, hizo caso omiso del odio en las redes sociales y ganó la medalla de oro en el freeski big aire para China.
Con una sonrisa de confianza, Chen se vengó del mal programa corto que ejecutó hace cuatro años en los Juegos de Pyeongchang de la mejor forma posible. Inició el ejercicio con un cuádruple salto perfecto, superó el triple axel que a veces le da problemas y bordó la combinación de salto cuádruple y toe loop triple.
Los jueces valoraron su actuación con 113,97 puntos, casi dos por encima del anterior récord mundial que ostentaba su rival, el japonés Yuzuru Hanyu, y seis por encima del segundo clasificado, el también japonés Yuma Kagiyama, antes del programa libre del jueves.
“Estaba exultante”, dijo Chen, quien ya ayudó a Estados Unidos a colgarse una presea de plata antes esta semana. “En los últimos Juegos, ninguno de los programas cortos salió como yo quería. Tener por fin la oportunidad de patinar los programas que quería me hace sentir muy bien”.
Kagiyama clavó un par de cuádruples y un triple axel durante su dinámico programa corto para terminar con 108,2 puntos, y su compatriota Shoma Uno, actual subcampeón olímpico, fue tercero con 105,90.
Su ídolo, Hanyu, no realizó el salchow cuádruple que tenía previsto para abrir la prueba y no recibió puntos por el salto, un error enorme que le costó la posibilidad de poder colgarse su tercera medalla olímpica de oro. Tras un ciclo olímpico marcado por las lesiones, terminó octavo con 95,15 puntos, un déficit tan grande que ni el cuádruple axel que incluye su programa libre podría compensar.
“Estoy realmente sorprendido”, afirmó Hanyu, añadiendo que su patín pudo haber golpeado un agujero en el hielo, “pero tengo una oportunidad más”.
EL ORO DE GU
Eileen Gu, quien nació en Estados Unidos, respondió a sus críticos llevándose la medalla de oro en el debut del freeski big air y posteriormente respondió desafiante los cuestionamientos sobre por qué dejó al equipo de Estados Unidos para representar a China en los Olímpicos de Beijing.
Gu, de 18 años, es ciudadana estadounidense de madre china. Gu cree que ha pasado al menos un cuarto de su vida en China. Eligió en 2019 representar a China, asegurando que quiere alentar a niñas y mujeres a realizar deportes de invierno.
“Si la gente no me cree, si no me quieren, ellos se lo pierden”, dijo Gu. “Nunca van a ganar en unos Juegos Olímpicos”.
China no permite la doble nacionalidad. No está claro si Gu, quien tiene intención de asistir a la Universidad de Stanford, renunció a su pasaporte estadounidense.
La tenista Peng Shuai, quien ha tenido escasas apariciones públicas desde que acusó de agresión sexual a un alto funcionario chino, estuvo en las gradas.
MAYER, TRIPLE CAMPEÓN OLÍMPICO
El austriaco Matthias Mayer se sobrepuso después de que uno de sus bastones de esquí se atoró al inicio para ganar el supergigante masculino masculino y se convirtió en el primer hombre en ganar el oro en el esquí alpino en tres ediciones olímpicas consecutivas. De regreso en casa, se le conocerá como “Dreifach-Olympiasieger”, o triple campeón olímpico. También ganó el Super G en Pyeongchang 2019 y el descenso en Sochi 2014.
Mayer ganó el bronce el lunes en el descenso. Su padre, Helmut, se llevó la plata en la primera edición del Super G en los Olímpicos de Calgary 1988.
El estadounidense Ryan Cochran-Siegle se llevó la pata en el Super G casi 50 años después de que su madre, Barbara Ann, ganó el oro en el eslalon en los Juegos de Sapporo 1972.
GEISENBERGER DE ORO
La alemana Natalie Geisenberger se convirtió en la primera tricampeona olímpica en luge femenino y lo hizo dominando la competencia en el Yanging Sliding Center.
VELOCISTAS ESCANDINAVOS
Jonna Sundling se llevó el título en la prueba de esquí de fondo femenino de velocidad, poniendo a Suecia al frente en el cuadro de medallas con cuatro oros.
Johannes Hoesflot Klaebo revalidó su título de velocidad por Noruega, que comparte el segundo puesto con tres oros.
PRIMERA PARA ITALIA
Amos Mosaner y Stefania Constantini de Italia superaron 8-1 a Suecia en los dobles mixtos, con lo que Italia se llevó su primera medalla olímpica en curling. Completaron una racha sin perder y ahora defenderán su título en casa en cuatro años en Milán-Cortina.
con información de AP