Los grupos delictivos no dan tregua al gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, ya que en cada día de febrero se cometieron 8.7 asesinatos, la mayor media de muertes violentas en los últimos dos años de acuerdo con las cifras diarias publicadas por la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana.
Los informes señalan que el mes pasado cerró con la muerte violenta de 246 personas en la entidad y para encontrar un nivel de violencia superior se debe remontar hasta febrero de 2020 cuando fallecieron 268 personas a manos del crimen organizado, dejando un promedio diario de 9.2 homicidios dolosos.
Desde octubre pasado se han implementado diversas estrategias para reducir los índices delictivos en la demarcación, pero los primeros cinco meses del sexenio se cometieron mil 245 ajustes de cuentas en la entidad, equivalentes a 8.2 defunciones diarias; sin embargo, en el mes recién terminado se presentó una media de cercana a las nueve muertes.
Tanto las fuerzas estatales como elementos federales reforzaron su presencia en diversas zonas problemáticas de Michoacán, pero todavía no logran reducir los índices de violencia que provocan los grupos delincuenciales, pues los asesinatos se mantuvieron en niveles similares a enero pasado (243), a pesar de que febrero tiene tres días menos.
Apenas el domingo pasado se reportó la muerte de 17 personas que aparentemente fueron fusiladas por un grupo de sicarios tras acudir al funeral de la madre de un presunto narcotraficante en la localidad de San José García en el municipio de Marcos Castellanos.
A pesar de que los hechos se dieron a conocer al día siguiente, los reportes diarios señalan que el 27 de febrero solo se cometieron seis asesinatos en Michoacán, mientras que para el 28 de febrero solo se reportaron 12 muertes violentas.
Durante los últimos días se presentaron diversos actos violentos en esta demarcación que presenta una alta presencia de grupos delictivos y autodefensas en la zona de Tierra Caliente, lo cual ha provocado que otras entidades como Jalisco y Colima hayan reforzado la seguridad en sus fronteras.
Incluso el pasado 24 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se “ha avanzado bastante” en Michoacán, incluso señaló que se ha ido normalizando la situación de inseguridad gracias a la intervención de programas sociales y la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
De hecho, los envíos de tropas federales no han podido disminuir el número de asesinatos en la entidad. El 11 de octubre, apenas 10 días después de la toma de posesión de Alfredo Ramírez Bedolla, el gabinete de seguridad nacional anunció el envío de 17 mil elementos de seguridad a la entidad.
Incluso el 20 de enero del presente año se añadieron otros mil 800 agentes de seguridad de la Sedena y la Guardia Nacional para recuperar territorios controlados por las bandas del crimen organizado en la zona de Tierra Caliente.
Ante los altos índices de violencia que ya se registraban en enero, Ramírez Bedolla declaró el 1 de febrero a MILENIO Televisión que el problema de la violencia que se vive en la entidad no se resolverá en el corto plazo y que la pacificación del estado llegará casi al final de su gobierno.
“Esto no es tema de 15 minutos, esto no se resuelve en un mes, o en seis meses, tenemos esta situación en el país, en Michoacán, desde hace 20 años por lo menos. Requerimos tiempo, paciencia, participación ciudadana también (…) quizá nos lleve los seis años de gobierno, pero cuenten con que el gobierno de Michoacán va a hacer todo para tener paz en el estado”, dijo el gobernador.
con información de Milenio