Estamos por entrar al pico de la quinta ola de COVID-19 en México, por lo que la mayoría de las personas se han contagiado por primera vez o ya es su segunda o tercera vez. No obstante, aún se escucha que hay personas invictas de COVID.
¿Por qué soy invicto de COVID?
Hay diversas teorías, desde que las personas no se han contagiado porque continúan cuidándose y aplicando las medidas sanitarias, incluyendo el aislamiento para evitar tener contacto con personas.
También se habla que seguramente ya se contagiaron, sin embargo no presentaron síntomas y por ello piensan que no les ha dado, pese a que el virus SARS-CoV-2 sí entró a su organismo.
Investigadores y científicos de todo el mundo continúan analizando estos casos, por lo que no se ha determinado a ciencia cierta por qué ocurre.
De acuerdo con The New Yotk Times, la bióloga molecular y genetista brasileña, Mayana Zatz, es posible que una mutación genética pueda afectar la reacción al coronavirus, por lo que la combinación de genes puede tener algo que ver.
Esto, porque en un análisis encontraron variaciones genéticas entre las personas contagiadas y sus parejas asintomáticas “que influyen en la actividad de las células asesinas naturales, un componente fundamental del sistema inmunitario”.
Además, determinaron que las personas sin síntomas de contagio eran más propensas a que sus células ‘asesinas’ naturales reaccionaran con firmeza.
No obstante, Zatz aseguró que todos los que evitaron la enfermedad no lo hicieron gracias a sus genes sino al sistema inmune. Debido a ello, la bióloga y su equipo decidieron centrarse en la respuesta inmunitaria, donde influyen otros factores más.
Por su parte, Jean-Laurent Casanova, inmunólogo pediatra y genetista de la Universidad Rockefeller, también es uno de los investigadores que actualmente estudian la ‘resistencia’ de algunas personas.
En este caso, al inmunólogo le llamó la atención los niños que desarrollaban una enfermedad critica, después de lo que debería haber sido ‘una dolencia moderada’. Por ello, ha estudiado las mutaciones genéticas –que él denomina ‘errores congénitos de inmunidad’-.
En 2015, su laboratorio demostró que algunos casos graves de neumonía gripal podrían deberse a mutaciones en un gen que controla la producción de interferones del sistema inmunitario, unas proteínas que actúan para mantener a raya los virus.
Casanova y sus colegas han identificado un pequeño porcentaje de pacientes graves de COVID-19 con mutaciones en genes relacionados con los interferones, lo que produce una falla en la capacidad del cuerpo para defenderse de la infección.
Después, descubrió que el 15 por ciento de ellas tenían anticuerpos que atacaban por error a los interferones y mermaban su funcionamiento en la respuesta inmunitaria.
Esto indica que quizá los científicos podrían realizar pruebas de estos anticuerpos a gente con otras vulnerabilidades, como las personas mayores, con el fin de saber quiénes están en especial riesgo de contraer una enfermedad grave.
En conclusión, en la actualidad, es el sistema inmunitario el que está en el foco de los investigadores, pues puede ser el factor principal de ser invicto de COVID, más allá de la edad o genética.
Con información de: The New York Times.