Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), organismo intergubernamental que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que la incidencia de la enfermedad es, en promedio, de 2.3 millones de nuevos casos al año en todo el mundo.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hubo más de 210 mil nuevos diagnósticos en América Latina y el Caribe en 2020. Dicha organización señala además que el cáncer de mama es la causa más común de muerte por cáncer en las mujeres y la quinta causa más común de muerte por cáncer en general.
La OPS estima que, si no se toman medidas para prevenir y controlar la enfermedad, hacia 2040 el número de personas diagnosticado con la patología aumentará un 57% en todo el mundo. En el caso puntual de las Américas, ese porcentaje representa 6.2 millones de casos más en dicho período. Mantener un estilo de vida saludable, realizar exámenes periódicos y conocer el propio cuerpo son algunos consejos esenciales para evitar, o al menos diagnosticar, el cáncer de mama en su fase inicial.
Debido a la importancia de esta enfermedad, el mes de octubre acoge anualmente la campaña Octubre Rosa, que promueve la concienciación sobre la patología, sus síntomas y, principalmente, cómo prevenirla.
“Cuanto antes se identifique, mayor será la probabilidad de curación y menor el tratamiento necesario. Prestar atención a las señales del cuerpo es fundamental”, explica el mastólogo Alexandre Pupo, médico del Hospital Sirio Libanés, en Sao Paulo, una de las instituciones de referencia en Brasil para el tratamiento del cáncer.
National Geographic conversó con el especialista, quien ofreció 7 recomendaciones médicas para la prevención y detección precoz del cáncer de mama.
1. Cómo evitar el cáncer de mama: alimentación sana y control del peso
Según el mastólogo, el exceso de peso provoca un estado de inflamación crónico en el cuerpo porque el sistema inmunitario siempre está actuando para contener el exceso de grasa.
El problema, sin embargo, es que este mecanismo del sistema de defensa, al ser sobre-estimulado, puede atacar a las células sanas y contribuir a un crecimiento celular desordenado, es decir, al desarrollo de un cáncer.
“Así, una dieta rica en grasas y en alimentos ultra-procesados es un factor de riesgo para el cáncer de mama”, informa Pupo.
“Un aspecto que demuestra esta relación es que el cáncer de mama es muy incidente en los países más desarrollados, donde la ingesta de alimentos ultraprocesados, el sedentarismo y la obesidad son también más frecuentes”, señala.
2. La actividad física disminuye el riesgo de cáncer de mama
El estilo de vida sedentario también contribuye a aumentar el riesgo de cáncer de mama. En la actualidad, los mecanismos que explican los beneficios de la actividad física en la prevención del cáncer aún no están totalmente establecidos. Sin embargo, un análisis realizado a partir de estudios observacionales, publicado en 2019 en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, sugiere que el ejercicio puede prevenir alrededor del 25% de los casos de cáncer de mama.
Además, la investigación también muestra que las supervivientes de esta patología que eran más activas físicamente presentaban un 40% menos de riesgo de muerte que las que eran menos activas.
En el caso del cáncer de mama, “el ejercicio puede ayudar a controlar los niveles de estradiol, una hormona femenina considerada como agente causal en algunas formas del tumor”, explica el médico.
3. Las bebidas alcohólicas y los cigarrillos son factores de riesgo de cáncer
Entre los factores de riesgo de la enfermedad, el consumo de alcohol y el tabaquismo entran como uno de los principales hábitos que pueden provocar cáncer de mama.
“El consumo de alcohol puede tener un cierto efecto inmunosupresor que dificulta al organismo la identificación de una célula que ha sufrido una transformación y que, por lo tanto, favorece el desarrollo del cáncer”, indica el mastólogo.
En el caso de los cigarrillos, un artículo del Instituto Oncoguia, una organización sin ánimo de lucro que trabaja en la concienciación y educación sanitaria, revela que las sustancias presentes en el tabaco participan en la carcinogénesis (proceso de formación del cáncer), y aumenta hasta 30% el riesgo de desarrollar todos los tipos de esta afección.
4. Prevención del cáncer de mama: realizar los exámenes rutinarios recomendados
Según Pupo, el examen rutinario más importante en la prevención del cáncer de mama es la mamografía. “La recomendación es que se realice anualmente a partir de los 40 años”.
Además de la mamografía, también se puede utilizar la ecografía o los exámenes de tracción mamaria para identificar tumores.
Lo importante, según el mastólogo, es que haya un seguimiento constante entre la paciente y el ginecólogo. “Mantener una buena relación médico-paciente es importante para que se analicen los factores de riesgo de cada caso y se realicen los exámenes correctos y con la frecuencia recomendada”.
5. La autoexploración mamaria ayuda a la prevención
La autoexploración mamaria también es una opción para identificar el cáncer. Sin embargo, Pupo advierte que la medida es poco eficaz para identificar tumores en estadios tempranos.
“El autoexamen tiene una finalidad de autoconocimiento y de recordatorio de renovar los exámenes de prevención una vez al año”, explica el especialista.
El médico recomienda el autoexamen (también llamado examen de tacto) para que la mujer sepa identificar los signos de alerta del cáncer de mama. El autoexamen puede mostrar los siguientes signos:
- Existencia de cualquier bulto (nódulo) endurecido, fijo y generalmente indoloro;
- Alteraciones en el pico del pecho (pezón);
- Pequeños bultos en la región de las axilas o en el cuello;
- Salida espontánea de líquido de uno de los pezones;
- Piel de la mama rojiza, encogida o con aspecto de piel de naranja.
6. Indagar los antecedentes familiares de cáncer de mama
Entre los casos registrados, entre el 5% y el 10% de los diagnósticos de cáncer de mama están relacionados con alguna mutación genética, según el Instituto Oncoguia.
De ellos, casi la mitad está asociada a una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2 (gen del cáncer de mama 1 o 2), que también están relacionados con casos de cáncer de ovario, páncreas, próstata y melanoma (piel).
Para identificar si hay alguna propensión genética al cáncer de mama, el mastólogo explica que existen pruebas de ADN que buscan mutaciones en estos genes. Sin embargo, estas pruebas son económicamente costosas y pueden no estar al alcance de todos.
“Así que lo que se suele utilizar como criterio es si algún familiar directo (madre, padre, abuelos, hermanos) menor de 50 años, sobre todo menor de 40, ha tenido cáncer de ovario o de mama”, cuenta el doctor.
7. Autoconocerse
Alexandre Pupo recomienda prestar atención a cualquier signo o síntoma fuera de lo normal. Para ello, “es necesario que la persona conozca su cuerpo y sepa identificar cuando algo va mal”.
Además, el médico señala que el cáncer de mama puede afectar a todo el mundo, incluso a los hombres, lo que aumenta la importancia de las medidas preventivas.
“No solo es importante, sino que no hay ningún demérito en la realización de exámenes, como la mamografía, incluso para los hombres”, dice el mastólogo. Además, “entre todas las medidas, la realización rutinaria de exámenes preventivos es la más indicada para evitar el cáncer.”
Con información de: National Greographic