El 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático, con el objetivo de movilizar y sensibilizar a millones de personas de todo el mundo acerca de los efectos del cambio climático y el grave peligro que conlleva el calentamiento global.
El estilo de vida moderno depende del consumo de enormes cantidades de energía. El uso de la energía se ha duplicado en treinta años y se espera que se incremente un 60% para 2020. Y aunque hay alternativas limpias de generación de energía, la mayor proporción aún proviene de la quema de combustibles fósiles, como el carbón, petróleo o gas. Los combustibles fósiles generan grandes cantidades de Gases de Efecto Invernadero. (GEI).
Los gases de efecto invernadero (GEI) se producen de manera natural y son esenciales para la supervivencia de los seres humanos y de millones de otros seres vivos ya que, al impedir que parte del calor del sol se propague hacia el espacio, hacen la Tierra habitable.
Un siglo y medio de industrialización, junto con la tala de árboles y la utilización de ciertos métodos de cultivo, han incrementado las cantidades de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera. A medida que la población, las economías y el nivel de vida crecen, también lo hace el nivel acumulado de emisiones de ese tipo de gases.
Debido a esta acumulación, la temperatura de la tierra, que no había cambiado mucho en 10.000 años, ha aumentado significativamente en estos últimos 150 años.
Además del cambio climático natural se está presentando el cambio climático global por las actividades humanas.
• El uso de combustibles fósiles (como el petróleo y el gas) y la destrucción de la vegetación del planeta están produciendo ese cambio climático.
• La quema de combustibles fósiles y la deforestación están cambiando la composición de la atmósfera terrestre, ya que se emiten a la atmósfera gases de efecto invernadero (como el bióxido de carbono) que el planeta no puede absorber y regresar a su condición normal en periodos cortos.
• El efecto invernadero es un fenómeno natural que se da también en planetas como Venus y Marte. Este efecto posibilitó que la Tierra adquiriera una temperatura ideal para la proliferación de la vida, mientras que en Venus y Marte no permite que haya condiciones para ello.
5 consejos con los que puedes ayudar poco a poco:
1. Comer menos carne reduce el cambio climático
Una manera simple de reducir tu impacto en el medio ambiente es evitar consumir carne y productos lácteos, sugiere un estudio publicado en la revista Nature. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el 14.5 % de todas las emisiones de gases invernadero causadas por el ser humano provienen del sector animal, gran parte de la producción vacuna y láctea. Esto es más de lo que emiten autos, barcos y aviones en todo el mundo.
2. Más verde tu camino, reduce emisiones
Las muchas maneras de reducir tus emisiones de transporte también te harán más saludable, feliz y te ayudarán a ahorrar. Siempre y donde sea que puedas:
- Tome el transporte público.
- Usa la bicicleta
- Comparte el coche.
- Cambiar a un vehículo eléctrico o híbrido.
- Vuela menos (si lo haces, asegúrate de compensar tus emisiones).
3. Desperdicia menos comida
Una cuarta parte de las emisiones de gases invernadero es causada por la agricultura, es decir, el proceso de producción de alimentos. Pero la tercera parte de toda la comida en el planeta termina en la basura. Según la ONU, el desperdicio de comida se traduce en 3.3 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que es más de las emisiones anuales de la India. Así que compremos solamente lo que realmente vayamos a comer.
4. Usa la energía sabiamente
Utiliza focos de bajo consumo.
Desenchufa las computadoras y televisores.
Con información de: UV.MX