En la zona Huasteca, además de contar con una gran riqueza en flora, también existe un tesoro en cuanto a fauna; el clima, los ríos, cascadas, cenotes y toda la zona serrana se convierten en el sitio ideal para un gran número de especies, entre éstas los loros, una ave muy popular y que erróneamente se cree que puede permanecer como mascota doméstica o de compañía.
Ena Buenfil, directora de Selva Teenek en San Luis Potosí, reconoció en entrevista que los loros son la especie más amenazada en la zona Huasteca, pues proliferan los “cazadores” que buscan capturar a las coloridas aves para venderlas de forma ilegal.
Aunque también existen casos en los que cazadores buscan particularmente carnívoros o felinos, los loros son los más buscados porque son los más fáciles de capturar y sigue existiendo una demanda entre la población, esto pese a su prohibición.
“Son los más fáciles de capturar y de vender, abundan los vendedores en las redes sociales, un loro representa algo sencillo de atrapar en comparación con un animal carnívoro que por naturaleza es cazador”, explicó.
Mantener estas aves de forma doméstica sin el conocimiento adecuado de la especie implica un alto riesgo que podría terminar con la vida de este animal, la especialista en la conversación de la vida silvestre en la Huasteca detalló que los errores más comunes son la alimentación y cuidados generales.
Los loros son traficados y comercializados en mercados y hasta por redes sociales, aunque, por la regulación, hay quienes se dedican particularmente a “cumplir pedidos”.
Los animales que llegan a ser rescatados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en territorio potosino son canalizados a sitios autorizados para el cuidado y protección de la especial como Selva Teenek, el parque Tangamanga, zoológicos y
particulares con permisos.
Con información de: El Universal SLP