Pese a que las autoridades acreditaron que fue torturada antes de declarar la condenaron a 50 años de prisión.
Keren Selsy Ordoñez estaba con su bebé de un mes afuera de la casa de su expareja esperando recibir dinero para la manutención de la niña, cuando llegaron policías al domicilio. A la joven de 19 años la detuvieron, la torturaron y amenazaron con desaparecer a su pequeña para que se autoincriminara en la participación de un secuestro. La condenaron a 50 años de prisión.
Era 11 de diciembre de 2015 cuando Keren fue detenida en Xalapa, Veracruz. Tenía apenas 19 años. Melissa Zamora, co coordinadora del área de Defensa del Centro Prodh —organización que lleva el caso—, relata que Keren había pasado apenas por una cesárea después de un embarazo que se complicó por preclamsia. Fernando, el papá de la menor, con quien ella no vivía, no le había dado dinero para los gastos de la bebé.
Ciria Hernández, mamá de Keren, señaló en entrevista con N+, que su hija tuvo a la niña en los primeros días de noviembre y desde entonces estuvo en casa, recuperándose del embarazo de alto riesgo y la cesárea.
“Solo salió —asegura— porque el papá de mi nieta la llamó por teléfono, le dijo que se iba a ir lejos y que le iba a dar dinero, que fuera para su casa. Yo le dije “¿Pero cómo vas a ir en tu estado?” Y me dijo “Es aquí cerquita, está aquí a la vuelta”.
Keren —que lleva ya siete años en prisión— iba llegando a la casa de su expareja cuando inició el operativo de la Policía Federal y la ministerial de Tlaxcala. Ella no lo sabía pero adentro había una mujer secuestrada, de acuerdo a lo documentado por el Centro Prodh. La expareja de Keren realizaba labores de cuidado en ese secuestro.
Sin una orden de aprehensión de por medio, los policías detuvieron a Keren con su bebé, a su expareja y a otra persona. “Es una detención arbitraria, en la que no le informaron nunca el delito por el que la detienen y en la que no se consideró la vulnerabilidad en la que ella estaba por su estado de salud. Esas son las primeras violaciones a sus derechos humanos”, dice Zamora, la abogada del Centro Prodh.
La organización ha documentado que desde el momento en que suben a Keren a la patrulla inicia la tortura.
“Empieza a ser golpeada brutalmente y asfixiada —narra Zamora— además la amenazan con hacerle daño a la bebé. Como ella le comenta a los policías que todavía no estaba registrada, eso lo utilizan para amenazarla con desaparecer a su hija”.
Así, torturada y amenazada es que la obligan a firmar una declaración en donde reconoce haber sido partícipe del secuestro.