Aunque actualmente en San Luis Potosí nos encontramos en un panorama de baja transmisión de COVID-19 con 10 casos diarios por un millón de habitantes, en el primer mes de 2023 se tendría un pico de dicha enfermedad, estimó el doctor Andreu Comas García, docente e investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
El especialista en virología y epidemiología señaló que, a finales de 2022, se mantiene un pico de virus sincicial respiratorio y de influenza, siendo este último el que ha mantenido un comportamiento atípico, en el que se ha combinado el clima frío y lamentablemente, la falta de uso recurrente del cubrebocas.
Lo anterior, precisó es respecto a San Luis Potosí “porque en el Caribe mexicano ya empezó este aceleramiento, actualmente nos encontramos en un panorama de baja trasmisión de 10 casos diarios por millón de habitantes y es arriba de 100 casos por cada millón de habitantes cuando ya se considera de alta trasmisión”, explicó.
“El mayor problema es la influenza, vamos a esperar que durante el primer mes de 2023 tengamos este pico de COVID-19 y aquí viene la gran duda de si se pasará a tener un solo pico invernal o dos picos al año. Si todo sigue como al momento, sería un pico al año y ese será invernal”, destacó.
Puntualizó que, aunque las defunciones han bajado de forma dramática, se siguen teniendo estos casos de personas con factores de riesgo, o que no han recibido la tercera o cuarta dosis de la vacuna. Incluso de jóvenes sin factores de riesgo, pero sin la inmunización, por lo que la no vacunación sigue siendo el principal factor de riesgo para que se registren lamentables defunciones.
Comas García informó que afortunadamente no hay condiciones para volver al colapso hospitalario pero advirtió que el principal costo al momento, por COVID-19, es el ausentismo laboral y el llamado Covid largo, que cuesta e incapacita por varias semanas a quienes lo padecen.
En este sentido, el experto hizo un llamado a la responsabilidad, sobre todo de padres de familia de no enviar a sus hijos a las escuelas cuando reinicien el ciclo escolar si es que presentan algún síntoma de enfermedad respiratoria, pues ello ha causado brotes en las aulas tanto de virus sincicial, influenza como coronavirus.
“Tenemos que entender que si alguien está enfermo no puede acudir a ningún lugar, tiene que visitar al médico y usar el cubrebocas en cualquier espacio cerrado, pues hay un comportamiento atípico de influenza y tenemos que cuidarnos”, reiteró.
Finalmente, Andreu Comas hizo énfasis en que la mejor arma contra COVID-19 es la corresponsabilidad. “Es decir, hacer las cosas por el bien del tercero, sin esperar nada a cambio. Si estoy enfermo sin saber si es alergia o gripa, se beneficiará a otra persona por usar cubrebocas y se evitará que tenga problemas, ya que por si por alguna razón el tercero no se pudo vacunar o no le funcionó, se puede contagiar”, concluyó.