En esta temporada llegan a las mesas las roscas de Reyes, listas para ser chopeadas en una taza de chocolate, a veces su tradición se adelanta en oficinas y reuniones de amigos, o bien, aguarda hasta el Día de Reyes, para saborear mientras en las casas mexicanas niños y niñas abren sus regalos… y de repente en una mordida llega el ‘muñequito’.
A mediados del siglo XX, no faltaban las personas que preferían darle un trago a su chocolate para comerse esa figura y así evadir toda la responsabilidad que representaba encontrarlo en la rosca.
¿Qué representa el ‘muñequito de la rosca de Reyes?
Sonia Iglesias, autora del libro Las fiestas tradicionales de México, afirma que esta tradición de la rosca llegó al actual territorio mexicano desde España hace cerca de 400 años, cuando solo se colocaba un haba en el pan, “símbolo del embrión real, es decir, la realeza del Niño Dios”.
Sin embargo, las roscas de Reyes se volvieron populares hasta la década de los 30 del siglo pasado, con la llegada de personas exiliadas de España, como consecuencia de la Guerra Civil en su país.
En el artículo Panadería mexicana: formas con sabor, los investigadores Cristina Barros y Marcos Buenrostro explican que esta costumbre tiene origen en la Edad Media, en Europa, y fue traída al territorio mexicano por los españoles en los 30, primero se arraigó en el centro y luego en todo el país.
Estas figuras con forma de bebé antes eran solo un haba que se colocaba dentro del pan, luego fueron niños de cerámica y ahora son de plástico, han adquirido todo tipo de figuras, desde personajes de caricaturas hasta celebridades, aunque tradicionalmente simboliza al niño Jesús.
La rosca en su conjunto representa la Epifanía que, según la tradición religiosa, es el momento en del encuentro de la “familia sagrada” con los Reyes Magos, cuando José y María escondieron a Jesús de Herodes, durante la persecución.
Quienes encuentran la figura se convierten en padrinos del ‘Niño Dios’, anteriormente debía vestir a la figura del niño Jesús para llevarlo a bendecir el Día de la Candelaria; también se acostumbraba hacerle ropita a las diminutas figuras de bebés que se ocultaban en la rosca.
El Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana detalla: “En ocasiones el día de la rosca solo se le hacen bromas al que le tocó el muñeco, pues cada vez es más común que no se cumpla con el compromiso de hacer la siguiente fiesta”.
Con información de: El Financiero