Como cada año la Plaza de Fundadores es el centro de reunión para habitantes de la capital y turistas, quienes se reúnen, dentro de la verbena popular, para disfrutar la quema del Judas, a la que convoca la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado.
Es la plaza principal de la ciudad un espacio para vivir un espectáculo de luces y colores con el que se busca exorcizar a los demonios y los pecados del alma, pero también preservar una tradición que tiende a desaparecer.
La quema del Judas surgió en México hace cientos de años, en la época de la Colonia, para evangelizar a los indígenas. Representaba el triunfo del bien sobre el mal, por eso la figura comúnmente era un diablo, aunque desde hace algunos años se optó por muñecos de políticos, artistas o personajes populares.
Pese a que en el país son cada vez menos los lugares donde se fabrican estos Judas y se hace la llamada quema, el próximo sábado se realizará la XXIV edición del concurso de elaboración y quema de Judas.
Como dijo Víctor Herrera, cuya especialidad es el trabajo en cartonería, San Luis Potosí es uno de los pocos estados y lugares donde se guarda la tradición y esta es apoyada por el gobierno estatal, pues en otros lugares se trabajan pero son para la venta y para particulares, aquí en nuestra ciudad es para todo público.
Dentro de su charla sobre la elaboración de Judas, realizada en la Casa de Manuel J. Othón, el artista afirmó que se ha ido perdiendo esta tradición y cada vez son menos los inscritos en el concurso, lo que lamentó.
La elaboración de los “famosos” Judas que arderán por la tarde del 15 de abril, lleva su tiempo en ser elaborados, creados, armados, por lo menos tres días para ser fabricados y en ocasiones mucho más, depende del grado de dificultad en la creación de la figura, luego el tiempo de secado, el decorado y finalmente la pirotecnia.
Esos días de trabajo, de arte efímero, se acaban en tan solo unos minutos, cuando se prende la mecha e inicia la “tronadera” que da marco, como si fuera música a la fiesta de color que disfrutan los asistentes a la Plaza de Fundadores.
El trabajo, manejo y cuidado de la “pólvora” es toda una tradición que pese al paso del tiempo se mantiene y que ha dado fama a la familia Aguilar, encabezada por don Pedro.
Así el próximo sábado disfrutaremos de los tradicionales Judas, fabricados a base de cartón, carrizo, pintura y cohetes, que quienes aún los elaboraran lo hacen por gusto, amor al arte pero sobretodo por guardar esta tradición