El diario oficial del Vaticano “L’Osservatore Romano” calificó hoy como una “locura” las acusaciones contra Juan Pablo II de Pietro Orlandi, hermano de una niña vaticana que desapareció en 1983. En el programa el programa Di martes conducido por La7, Orlandi aseguró que el entonces papa y ahora santo solía salir por las noches en busca de mujeres jóvenes.
“Una locura. Y no lo decimos porque Karol Wojtyla sea un santo o porque haya sido papa. Aunque esta masacre mediática entristece e hiere el corazón de millones de creyentes y no creyentes, la difamación debe ser denunciada porque es indigno tratar así en un país civil a cualquier persona, viva o muerta”, lamentó en un artículo Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede.
La polémica tiene origen en la desaparición en 1983 de Emauela Orlandi, joven vaticana cuyo padre trabajaba en la Santa Sede y vivía dentro de las instalaciones, suceso que ha vuelto a acaparar la atención a partir del estreno del documental de Netflix “Vatican Girl“, y que ha sido vinculado a investigaciones periodísticas sobre el atentado de Juan Pablo II en 1981 a manos del terrorista Ali Agca.
Esta semana Orlandi acudió al programa televisivo, y como se lamentó Tornielli en su editorial, aseguró que dentro del Vaticano se sabía que Juan Pablo II salía de sus instalaciones acompañado de monseñores polacos, y que de acuerdo con algunos testimonios, “no iba precisamente a bendecir casas“.
Asimismo, en la emisión reprodujo una grabación en la que una fuente, supuestamente un antiguo miembro de la Banda de la Magliana, reafirmaba esta tesis.
Otras teorías de la desaparición de Emauela apuntan a que pudo ser víctima de una red de pederastas o de la mafia romana “Banda della Magliana”, quien pudo haber actuado por orden del arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, el entonces director del banco vaticano IOR. No obstante, ninguna de las investigaciones reveló resultados contundentes, permaneciendo como uno de los grandes misterios de la historia italiana.
Por su parte, su el Vaticano ha abierto nuevas investigaciones. Resaltó que Alessandro Diddi, promotor de Justicia de la Santa Sede, escuchó el pasado martes por ocho horas el testimonio del hermano, quien, reportaron, entregó numerosa documentación para dar con el paradero de su hermana menor.
“¿Evidencia? Ninguna. ¿Pistas? Menos de todos. ¿Testimonios, al menos de segunda o tercera mano? Ni siquiera la sombra. Sólo acusaciones difamatorias anónimas“, resaltó Tornielli desde Vatican News.
Por otro lado, reconoció que cualquier criminal, si lo ha cometido, debe responder a la justicia, “sin ninguna impunidad ni privilegios“. Además, destacó la necesidad de que se realice “una investigación de 360° para buscar la verdad sobre la desaparición de Emanuela”.
“Pero nadie merece ser difamado de esta manera, sin siquiera una pizca de pistas, sobre la base del ‘rumor‘ de algún personaje desconocido del hampa criminal o de algún sórdido comentario anónimo transmitido en vivo por televisión”, finalizó el director editorial.
Con información de: EFE