Este martes fue detenido en la alcaldía Coyoacán, elementos de la Fiscalía mexiquense Sergio “N”, acusado de maltrato animal tras arrojar a un perro a un cazo con aceite hirviendo en Tecámac.
Sergio “N” amenazó a trabajadores de una carnicería, cuando salió del lugar, tomó a un perro y lo arrojó al cazo de aceite, mientras continuaba amenazándolos, el animal falleció debido a las quemaduras que sufrió.
Fue ingresado al penal de Chiconautla. Por medio de redes sociales, internautas le han atribuido el nombre de “El Monstruo de Tecámac”, el hombre en aparente estado de ebriedad, el cual entró a un establecimiento de venta de carnes para amenazar y extorsionar a los dueños.
La jurisprudencia del Edomex contempla en los artículos 235 Ter y 235 Quater del Código Penal vigente a la protección de la vida y trato digno hacia los animales, por lo que dicho marco contempla una pena de entre tres a seis años de prisión y 200 a 400 días de multa “a quien cause la muerte por cualquier medio y prolongue la agonía de un animal que no constituya plaga”.
La Secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, informó que Sergio “N” podría enfrentar una pena de hasta seis años de cárcel por maltrato animal, y que ya se abrió una carpeta de investigación contra esta persona.
“Nada pude hacer por mi perro”
Justicia para su perro muerto pide la señora Lucía Martínez, dueña de Scooby. “Yo pido que se haga mucha justicia, que bueno que lo agarraron, le pido mucho a Dios que se haga mucha justicia por un perrito inocente que no tuvo la culpa” dijo.
Entrevistada afuera de su vivienda localizada en la esquina de las calles Cerrada Huayacalco y 12 de diciembre, en la colonia San Pablo, muy cerca de la carnicería, la señora externó su tristeza por los hechos.
“Ese día mandé a mi hijo a la carnicería para que comprara carne para almorzar y lo siguió nuestro perrito, al poco tiempo regresó mi hijo llorando diciéndome que habían matado a Scooby” explicó.
“Escuché un grito y lo vi, nada pude hacer por salvar a mi perro, me regresé a mi casa a decirle a mi mamá”, comentó Roberto de 11 años de edad.
La fundación “Peludos desamparados” se hizo cargo del cadáver del can y planeaban trasladarlo a la Fiscalía de Justicia de Toluca para que le practicaran la necropsia de ley.
Con información de: Pulso