En la casa marcada con el número 506 de la calle Héroes Potosinos en el Barrio de San Juan de Guadalupe, vive Paula Silva Rodríguez una mujer que ha desafiado al.tiempo.
El pasado 15 de enero, Paulita como la llama su familia cumplió 105 años. Así es; nació en el año de 1918. Así nos lo platicó con una emoción tremenda.
Cuando hablamos de 105 años, posiblemente usted imagina a una mujer acostada en su cama, ausente, e impedida de sus sentidos; pero no.. precisamente por eso decimos que es la mujer que ha desafiado al tiempo, pues apenas hace dos años dejó de subirse al transporte público (con ayuda de un bastón), es decir a los 103 años; y con ayuda del bastón siguió caminando hasta marzo de este año que tuvo sus primeros problemas de retención de líquido en las piernas.
Y qué decir de su lucidez…. Paulita escucha perfectamente y habla hasta por los codos. Ahhh y por si fuera poco, es capaz de recordar la poesía que aprendió de niña o cantar las canciones completas de Pedro Infante.
Doña Paulita nos contó que en su juventud fue maestra rural en su natal Zacatecas, siendo docente de educación básica en tres turnos. Matutino, Verpertino y Nocturno (para los que trabajaban y no podían asistir en un horario más normal).
A Paulita su padre la transportaba en burro a sus clases, pero recuerda esa etapa como una de las más felices de su vida, ya que la docencia es de las cosas que más ha amado.
Luego como ocurre en los pueblos el novio (Gregorio Vázquez Rangel) se la robó un día y desde ese momento olvidó su labor como maestra para dedicarse de lleno a su hogar y la crianza de sus 11 hijos.
Daniel, Antonio, Reinaldo, Luis, Jesús, Jaime, Marco, Magdalena, Hilda, Juanita y María; han sido los amores de su vida según relata. Tres de ellos ya fallecieron, y Reinaldo el que sigue tiene actualmente 80 años de edad. Y es que Paulita tuvo a su primer hijo a los 20 añitos.
Luego a los 23 años por enfermedad de su padre que laboraba en las minas, tuvieron que cambiar de residencia. Y así llegaron a San Luis Potosí, estableciéndose para siempre en este estado, por lo que Paula es más Potosina que Zacatecana.
«Lunas de Octubre», «Conozco a los dos» y «La Negra Noche» son sus canciones favoritas, al ser fan destacada de Pedro Infante (Que en Paz Descanse» señala).
Sus comidas favoritas…la sopa de fideos, caldos de «pollito» y de res. Sus bebidas, como todo buen Mexicano la Coca-Cola y el atole.
¿Pueden creer que doña Paulita todavía puede comer quesadillas?.. pues así es y lo hace con tal maestría que antoja a cualquiera.
Todas las mañanas despierta, desayuna y se pone a limpiar el frijol para las comidas, pues así con sus 105 años, aún goza de una vista envidiable.
En los festejos importantes del año, doña Pau es parte fundamental pues aún cocina y lo hace muy bien. En Semana Santa por ejemplo, ella se encarga de la capirotada que a decir de su familia, «le queda de rechupete».
Doña Paulita vive desde hace 12 años con su hija María y los hijos de esta, Emma, Gerardo y Ángeles, pero toda la familia siempre está al pendiente de ella.
Paulita dice con nostalgia que «antes era un vida preciosa en el campo, pues no se necesitaba mucho para ser feliz», pero acepta gustosa la vida que ahora tiene pues hay tantas personas de su edad abandonadas que ella realmente se siente privilegiada.
Al parecer doña Paulita goza del favor de Dios porque se ve perfecta, estable y sobre todo feliz. Ella sin duda alguna es el ejemplo perfecto de una adultez digna y plena. Y mientras haya vida siempre habrá esperanza.
Con información de: Ingrata Noticia