San Luis Potosí ha tenido muchas brujas celebres, entre ellas la Bruja Tlaxcalilla o Bruja de Tlaxcala, quien había invocado una rebelión en contra de la propia Iglesia.
Nunca se supo cuál era su nombre verdadero, ya que no tenía si quiera registro de su nacimiento y mucho menos acta de bautismo, la gente la conocía únicamente como la bruja guachichil del Barrio de Tlaxcala.
Ella habito San Luis Potosí años antes de la fundación de la ciudad y formaba parte dela comunidad de los indígenas que fueron integrados por la fuerza por los españoles. Se dice que tenía el poder de transformarse en animales, principalmente en un venado, poder que adquirió tras beber una poderosa poción que incluía peyote. Aprovechaba el poder transformarse para dicho animal para rondas en las noches y realizar sus aquelarres sin que alguien se diera cuenta, pero aun así era bien sabida su capacidad de transformarse en ese animal pues hasta su propia familia la había visto.
Llegaría el día 18 de julio de 1599, el cual sería un domingo, día en el que tradicionalmente se va a misa, pero cuando el templo de Tlaxcala hizo el llamado a la misa de las 12, no había acudido la gente del barrio, principalmente las personas de origen indígena. Al parecer la “Brujas Tlaxcalilla” había invocado a una rebelión en contra de la Iglesia, la cual convenció a la mayoría de los indígenas quienes en primero momento se resistieron a atender el llamado a misa.
Ese mismo día una muchedumbre de rebeldes iría a la Iglesia de Tlaxcala, pero en vez de rendir culto al dios cristiano, comenzaron a lanzar piedras contra este y saquearlo. Los mimos hicieron en el Barrio de Santiago, donde la Bruja lograría convencer a los indígenas de ese lugar y oponerse a la Iglesia, sin embargo su rebeldía ya había llegado a los oídos de las autoridades, en concreto de Gabriel Ortiz Fuenmayor, quien sería el encargado de la Justicia de la región.
Él fue de inmediato al Barrio de Tlaxcala y frente a todos sus seguidores, cogió a la mujer del cabello para enjuiciarla por los delitos de brujería y rebelión. A pesar de tener un gran número de seguidores muchos declararon en su contra confirmando su habilidad de transformación, por lo que la autoridad no dudo ese mismo día sentenciarla y hacer efectiva la sentencia, la cual se dictamino de ser ahorcada hasta morir.
Cuando se le colgó, no parecía morirse y se mantuvo con vida mucho tiempo mientras gritaba improperios y maldiciones contra sus enjuiciadores y el pueblo en general, finalmente murió y la autoridad decidió que su cuerpo quedaría colgado tres días como escarmiento a aquellos que practicaban la brujería. La sorpresa llegó cuando al día siguiente el cuerpo de la Bruja ya no estaba, algunos señalan que fueron sus seguidores quienes la descolgaron, pero otros aseguran que ella misma se descolgó huyó para poder fraguar venganza contra el pueblo de San Luis Potosí.
Con información de: Metropoli San Luis